Dos hechos que marcarán el rumbo de la seguridad y el ajedrez político los próximos días en la agenda del estado marcaron la visita de Andrés Manuel López Obrador, y como en política nada es coincidencia, pues ambos sucesos hicieron polvareda: no sólo que el tabasqueño haya bromeado con la gobernadora Maru Campos acerca del accidente que sufrió y que le dejó lastimada la mano derecha, lo que provocó que el Presidente afirmara que le da gusto que Maru esté mejor de la izquierda, haciendo alusión a la ideología de ambos, lo que pudiera desatar roces, pero que demuestra que entre ambos existe una muy buena relación, sino que lo que también demostró que entre los dos no existen las confrontaciones, fue que ese mismo día y cuando AMLO estaba en Juárez, la Secretaría de la la Función Pública reveló que existen 71 expedientes en contra del exgobernador Javier Corral y su (des)administración, que van desde presuntos desvíos de recursos y peculado, algunas carpetas hasta con vistas a la vía penal, eso en el tablero político, mientras que en el rubro de la seguridad, el otro hecho fue la detención en Sinaloa de “El Bryan” Salgueiro, presunto líder en la zona sur de Chihuahua del cártel que fundó “El Chapo” Guzmán, lo que sin duda resultó un tremendo golpe para la delincuencia organizada, todo esto enmarcado en una gira rápida, pero demostrativa de que la relación entre AMLO y Maru ya está reflejándose con esos movimientos.
Además, no pasó inadvertido para los recalcitrantes morenos la foto que posteó el alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, a quien un sector del morenismo aún desprecia por su pasado panista, en compañía de la gobernadora Maru Campos y López Obrador, en la que remató: “el equipo de la transformación juarense”. Foto que no cayó bien en el hígado de algunos que se jactan de ser muy cercanos al tabasqueño, pero que en esta ocasión esa “cercanía” no les alcanzó ni para salir en las fotos.
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El que luego de denunciar un presunto vínculo entre el crimen organizado y el jefe policíaco de Nuevo Casas Grandes, y asegurar que la Guardia Nacional sabe de ello, al parecer cambió de opinión respecto a esa corporación federal, es el activista Julián LeBarón, quien hasta reconoció que la GN se ha puesto más las pilas en la región noroeste, esto con etiqueta a la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, lo que demostró que así como se queja, también reconoce cuando la chamba se hace bien.
Además, el activista no nada más anda metido en la búsqueda de la seguridad en esa región del estado y en el país, sino que en conjunto con su familia, los LeBarón siguen insistiendo para que su colonia, ubicada en el municipio de Galeana, pueda ser un autogobierno controlado por la comunidad mormona, cuestión que ha avanzado en los últimos días con la realización de foros y demás, pero que se antoja lejana que se cristalice.
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Quienes fueron vistos comiendo juntos en un conocido restaurante ubicado en el Distrito 1, fueron ni más ni menos que el exauditor Jesús Esparza, el que luego de salir de prisión y de interponer sendas denuncias penales en contra de Javier Corral y sus achichincles, a los que acusa de violentar debidos procesos, derechos humanos y fabricarle delitos, Esparza ha estado poco a poco saliendo del ostracismo político, así que para demostrarlo, se reunió y comió con el excandidato del PRI a la gubernatura en el 2016, Enrique Serrano, el cual también se ha vuelto a dejar ver, luego de que también estuviera muy relegado y en las sombras durante el quinquenio de la desgracia y la simulación.
Source: Columna