Entre triste y memorable, así se prevé que sea mañana el homenaje y la misa de cuerpo presente de los dos sacerdotes jesuitas asesinados en Cerocahui, luego de años y años de misión en esa región de la Sierra Tarahumara. Y es que este sábado al mediodía, compañeros, amigos y familiares honrarán la memoria de los sacerdotes Javier Campos y Joaquín Mora durante un homenaje que está previsto a realizarse en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús aquí en Chihuahua capital, para después devolver sus cuerpos y darles sepultura allá en Cerocahui, municipio de Urique, de donde no eran originarios, pero es el lugar al que le entregaron gran parte de su vida, tanto, que ahí la perdieron en manos de lo que combatieron desde su trinchera.
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El que no deja de sorprender con sus declaraciones, aunque eso parezca imposible por la manera en que se expresa un día sí y el otro también, es Andrés Manuel López Obrador, cuya ruindad política ya es exacerbada en su afán de no reconocer que en ocasiones se equivoca o que su manera de pensar no es la verdad absoluta. Y es que si bien es cierto que el narcotráfico y sus integrantes han operado y continúan operando con impunidad en prácticamente todo el país, el lavarse las manos de esa manera en el caso de “El Chueco” y el asesinato de los sacerdotes jesuitas ya es un descaro por parte del tabasqueño, pues prácticamente culpó a todos, casi casi hasta el mismísimo diablo, con tal de quitarse la responsabilidad de lo ocurrido en Cerocahui, como si él no tuviera ya tres años y medio “gobernando” este país que cada día se hunde más en su propia sangre.
Además de que si de impunidad y protección se trata, a López Obrador le recordaron rápidamente lo que sucede respecto a la familia de “El Chapo” Guzmán allá en Sinaloa, pues aunque él suponga que sí y asuma que sus fanáticos son tontos, existe otro sector de ciudadanos que no olvidan la liberación de Ovidio Guzmán y el saludo a la mamá de “El Chapo”. Todo eso se llama cinismo revuelto con ruindad.
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El que hoy llega a Chihuahua capital para promocionar a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, como la que debe quedarse con la candidatura presidencial de Morena, es el coordinador de su movimiento político que a dos años de las elecciones presidenciales anda desatado por la silla que hoy ostenta Andrés Manuel López Obrador. Se trata de Alfonso Ramírez Cuéllar, exdiputado federal que no pudo conservar su curul en las pasadas elecciones, precisamente porque el trabajo de Sheinbaum en la CDMX dejó mucho que desear en su distrito electoral en el que el susodicho pretendido reelegirse.
El caso es que aquí ya las fichas están posicionadas y es el grupo del exdiputado local y excoordinador de Morena en el Congreso del Estado, Miguel Colunga, el que anda tendido con la jefa de Gobierno de la capital del país, mientras que donde las dudas surgen, es qué sucederá con el senador Ricardo Monreal, quien aunque no es bien visto por AMLO para ser otra “corcholata”, lo cierto es que aquí en Chihuahua es uno de los presidenciables con más poder de convocatoria entre el morenismo local.
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Otro personaje de la Ciudad de México que andará hoy en Chihuahua capital es Carla Humphrey, consejera del Instituto Nacional Electoral y esposa del polémico extitular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto. La visita de la consejera del INE es para participar en un conversatorio respecto a la reforma a la Constitución Política del Estado que los diputados locales traen entre manos, así que la cita es este día en la Facultad de Derecho de la UACH a las 11 de la mañana.
Source: Columna