AL GOBERNADOR JAVIER Corral poco le importó que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tenga en su agenda una visita al estado el próximo 1 de marzo, pues será ese mismo día, y para no variar con las confrontaciones, en que el góber rinda su Segundo Informe de Gobierno, el cual, a decir de los malosos, pudo cambiar al día siguiente, un sábado, para no empalmar la gira del inquilino de Palacio de Nacional con lo que Corral le tiene que informar a los chihuahuenses a dos años y medio de que tomó protesta, desde obra pública (¿?) hasta su lucha contra la corrupción de los exfuncionarios priistas.
Por lo pronto, tanto el gobernador como el presidente tendrán magnos eventos ese viernes, y aunque aún se desconoce cuál o cuáles ciudades recorrerá el presidente López Obrador, en donde se tiene planeado entregar apoyos por parte de la Secretaría del Bienestar, cuyos censos, por cierto, andan a marchas forzadas, lo que sí se sabe es que Corral presentará su Segundo Informe ante el Congreso del Estado y de ahí un discurso, en donde se prevé que al menos asistan todos los miembros de su gabinete y representantes empresariales, ya que al parecer la raza, los no tan compas del gobernador y fieles al tabasqueño, tienen la mira puesta en ir a cobijar al presidente de la República. No cabe duda que ni en eso, ni en coincidir, se pueden poner de acuerdo los gobiernos estatal y federal.
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Y NOMÁS PARA que el gobernador Javier Corral le vaya tentando el agua a los camotes a unos días de presentar su Segundo Informe de Gobierno, ayer usuarios de redes sociales lo tundieron a más no poder en su perfil oficial de Facebook, pues una vez más, y como ha sido su costumbre desde que asumió como mandón de Palacio de Gobierno, acudió a una carrera, en esta ocasión por la celebración del 106 Aniversario de las Fuerzas Armadas de México, sin embargo, tal parece que dichos gustos del góber ya no son para nada bien vistos por el colectivo, que aunque los haga en domingo y en su día libre, le espetaron que lo único que podrá informar el próximo 1 de marzo, será precisamente el cúmulo de carreras en las que ha participado, mientras que los demás rubros de la administración pública, especialmente la obra pública y el desarrollo social, están más sepultados que la tolerancia de sus gobernados.
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LOS QUE TAMPOCO se salvan de las fugas de militantes destacados, a propósito de la desbandada que viene sufriendo el PRI desde hace más de dos años, son las huestes, o lo poco que queda, del Partido de la Revolución Democrática, a cuyas siglas se les pudiera escapar un apellido que estuvo adherido al Sol Azteca desde prácticamente su fundación, ni más ni menos que la familia Aragón, de donde destacan la exdiputada federal y local, Tencha Aragón, su hermana Lupita y la sobrina e hija de las mencionadas, Crystal Tovar, también exlegisladora, quienes pudieran estar viviendo sus últimos días como perredistas, pues aunque a decir de los malosos, ya estuvieron invitadas por Morena desde hace unos ayeres, será en los próximos días cuando pudiera hacerse oficial su adiós al partido del Sol Azteca, el cual desde el año pasado anda en estado vegetativo.
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QUIEN VENDRÁ HOY a la capital del estado a mover el pandero con sus aspiraciones a la gubernatura, es el alcalde de Parral, Alfredo “El Caballo” Lozoya, el cual decidió salir de su aldea, en donde es amo y señor, para tentar las aguas en la ciudad de Chihuahua, la capital de la grilla, so pretexto de ofrecer una rueda de prensa acerca de las acciones que habrá de emprender en su municipio por la cancelación, por parte del gobierno federal, de los apoyos entregados a las estancias infantiles, además del proyecto que trae con otros alcaldes de Durango de la Ruta 45, por lo que los malosos, que en todo están menos en misa, afirman que “El Caballo” pretende brincar las trancas a la capital, para ver cómo deja la víbora chillando ante los otros que suspiran por la candidatura grande.
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COMO SI SE tratara de ver la manera en que se empalman más, tanto en aspiraciones como en operaciones, quien también avisó a los cuatro vientos que este lunes inicia con sus ruedas de prensa semanales para buscar vigencia de cara al proceso electoral 2021, fue el senador por Morena, Cruz Pérez Cuéllar, quien sin tema en especifico, saldrá al quite cada lunes muy temprano para opinar desde el clima hasta de los conflictos bélicos de los kurdos en la frontera entre Siria y Turquía. Vaya, la finalidad es la presencia y vigencia mediática.
Los malosos reportan que los precandidatos hasta ahora señalados por el imaginario colectivo, entre ellos también la alcaldesa de la capital, Maru Campos y el edil de Juarez, Armando Cabada, deberán a partir de estas semanas compartir escenarios políticos. Campos, Lozoya y Cabada tienen sedes naturales; Pérez puede correr en todas pero es más débil que los ediles en cada uno de sus terruños. Habrá que esperar a conocer el movimiento de Maru cuando esté de visita casual
en Juárez y Parral. La gran pregunta en ese momento será si habrá igual tolerancia a la que ella guarda cuando los tres caballeros vienen a levantar polvareda a su plaza. Es pregunta de caballerosidad pura.
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PARA NO DEJA GOTA en el tintero de la grilla, el fin de semana otro que festejó su cumpleaños y aprovechó para lanzar consignas electorales, fue el súper delegado federal, Juan Carlos Loera, quien más allá de llamar a la sumatoria de un proyecto campañero 2021, fue tajante en abrir fuego en contrato de quienes consideró arribistas al proyecto de Andrés Manuel López Obrador.
Aunque no dijo el nombre de Cruz Pérez Cuéllar, fue más que clara la dedicatoria del “speach” de Loera, quien es un hecho será un obstáculo importante en los movimientos del exdirigente panista y hoy senador moreno.
El evento de Loera de la Rosa alineó a sus huestes claramente inmersas en la nómina de la estructura federal, así como de lo que aporte Miguel Colunga, quien ya amarró alianza con Loera para cerrar pinza desde el Congreso del Estado. La incógnita es si Colunga mantendrá esa alianza o confirmará su nueva relación con Cruz. Sus cercanos han dicho que el pleito entre Loera y Pérez es de ellos, pero en política las definiciones son exigencias y las tibiezas son actos que se aborrecen.
Source: Columna