CON TODO Y que la jueza Delia Valentina Jiménez se comportó de manera imparcial, incluso hasta severa con la defensa y con la misma Maru Campos, candidata del PAN a la gubernatura, además de que es ella la única juzgadora que todavía no se harta de las presiones que salen de Palacio de Gobierno y de la Fiscalía General del Estado para que apliquen la “ley” en la mentada Operación Justicia para Chihuahua. Con todo y eso, la Consejería Jurídica que encabeza Jorge Espinoza, y por órdenes del gobernador Javier Corral, presentarán un incidente de exceso ante un juez federal en contra de Delia Valentina, pues a decir del consejero, la jueza se excedió en el cumplimiento de la suspensión de audiencia, luego del amparo que presentó la exdiputada María Ávila, ya que según Espinoza, sólo debió aplicarse la suspensión para la jefa del partido Verde y no para la alcaldesa con licencia ni tampoco para el exdiputado Rodrigo de la Rosa, aunque éste último poco o nada interesa a los funcionarios del gobierno estatal, quienes están empeñados en imputar a Maru sí o sí, incluso por encima de las decisiones de los jueces, tanto, que ya hasta van por Delia Valentina.
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QUIEN ESTÉ LIBRE de pecado, que tire la primera piedra, sin embargo, el tener múltiples denuncias por corrupción, peculado, nepotismo y hasta por condicionar la entrega de programas sociales a cambio del voto, no evitó que el virtual candidato de Morena a la gubernatura, Juan Carlos Loera, metiera su cuchara en el proceso que se le sigue a su competidora panista, Maru Campos, pues no sólo mandó a uno de los suyos a la audiencia del lunes 8, sino que también publicó en sus redes sociales su “opinión” acerca de los recursos púbicos de la mentada “nómina secreta”, al señalar que es “absurdo” y que es “una ofensa al Pueblo cuestionar si los recursos son federales o locales, el meollo del asunto es: ¿se agarraron o no? y ¿en que se gastaron? Locales o federales, son recursos públicos, eso no cambia”. Será que él no se acuerda de las denuncias que existen en su contra y que están en poder de la Secretaría de la Función Pública de la 4T y también de la FEPADE, mismas que no se han abierto e investigado porque goza de la protección del Presidente.
Y es que bien dicen que la zorra nunca se ve su cola, ni modo que no supiera cómo se manejan los tiempos de la política y que si se ha salvado del linchamiento mediático es precisamente porque trae la bendición del tata de la 4T. Denuncias, por cierto, que fueron interpuestas por militantes de Morena, quienes observaban como desde su posición de súper delegado, Loera de la Rosa hizo y deshizo con el presupuesto federal, eso de lo que se quejó en su crítica “feisbuquera”.
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POR ESO BIEN dicen que eso de escupir para arriba puede resultar bastante desagradable, y para muestra lo que le sucedió a Morena por andar aceptando “prianistas”, aunque bueno, de eso ya están llenas su filas, de los ex del PRI y del PAN que ni en esos partidos los quisieron. El asunto es que a su excandidata a síndica por Chihuahua capital en el 2018, Miroslava Arvizo, la vincularon a proceso por el delito de tráfico de influencias cuando la señorita era funcionaria de Pensiones Civiles y se movía como la mano derecha del entonces director Marcelo González Tachiquín, actualmente preso por sus vínculos con el exgobernador César Duarte. El asunto es que Miroslava estuvo apenas hace unos días en una reunión a la que convocó el virtual candidato de Morena a la alcaldía de Chihuahua, el también expriista Marco Adán Quezada, en su intento por unificar a los simpatizantes, militantes y neomorenistas en torno a su proyecto, encuentro en el que también participó Víctor Quintana, el exdirigente estatal que dejó Morena para irse al gabinete del gobernador Javier Corral, y al que renunció para regresar al partido de AMLO en busca de la candidatura a gobernador. Sí, el mismo personaje que junto a la exconsejera Lucha Castro planeó cómo “destruir” a la panista Maru Campos. Es decir, para Juan Carlos Loera, Víctor Quintana y todos los morenistas… hágase la justicia, pero en los bueyes de mi compadre.
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EN DONDE TAMBIÉN quedó demostrado que los neopanistas les comieron el mandado a los militantes de siempre, es en Movimiento Ciudadano, pues ayer quedó oficializada la candidatura de Miguel Riggs por la alcaldía de Chihuahua, luego de que renunciara al PAN apenas hace unas semanas, cuando hizo berrinche porque desde Palacio de Gobierno nada pudieron hacer para otorgarle la candidatura azul que terminó en manos de Marco Bonilla, eso sí, por la vía democrática y tras ganar una elección interna. El asunto es que Riggs se fue del PAN y lo recibieron con los brazos abiertos en el partido naranja, cuyo dirigente estatal, Francisco Sánchez, hizo a un lado a la vieja militancia y ha llenado espacios con externos, sino que le pregunten al diputado Alan Falomir, quien es de los naranjas de antaño y se quedó como el chinito, viendo como Riggs se alzaba con la candidatura de MC por Chihuahua capital.
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POR CIERTO QUE con el registro oficial del nuevo chico naranja que buscará arrebatarle la capital a su anterior partido, nos cuentan que la apuesta entre unos y otros será la cantidad de votos que logre juntar Miguel Riggs, y sobre todo cuántos de éstos son de la bolsa o reservorio azul capitalino.
Los antecedentes son fríos. Miguel Riggs será la cuarta vez que aparecerá en al boleta electoral de manerta consecutiva: En 2013 como candidato a Presidente Municipal, perdiendo frente al priista Javier Garfio; para 2016 fue candidato a Síndico y ganó; en 2018 contendió y ganó por el VI Distrito Electoral federal.
En la más reciente votación, es decir, la del Distrito 06 que representa poco más de la mitad del padrón electoral del municipio, Riggs con las siglas del PAN juntó unos 100 mil votos en números muy globales.
Ese no es su piso, porque ahora va por MC, pero si su techo, ya que el chaval está más que convencido que puede llevar a MC de un techo de 10 mil votos en la capital a más de 100 mil. ¿Será?
Por otra parte, en la casa azul, el equipo de Marco Bonilla sacó un número extraño de 200 mil votos como meta para ganar la contienda electoral de junio próximo.
Los alquimistas sostienen que ese es el rasero que necesita Maru Campos para afianzar la gubernatura y por ende debe ser de ese tamaño el reservorio electoral.
Hay un par de elementos externos a las campañas que debe considerarse para este proceso. La cantidad de votos en juego apenas ronda los 400 mil en cuanto a la participación histórica. Para este 2021 se pretende que la participación suba porque también está en juego la gubernatura, pero por primera vez en la historia contemporánea de México, el País entero irá a los comicios en medio de una pandemia y con las restricciones propias que no están medidas por ninguna parte en cuanto al impacto que tendrán en la participación ciudadana el día de los comicios, pero que sin duda será una condición que mandará a la baja el número de asistentes a las urnas.
Lo interesante es saber la expectativa de Marco Quezada impulsado por Morena, Panal y PT, ya que si también es por arriba de los 100 mil votos a su cuenta, más los 30 ó 40 mil que saque el desconocido que decidió lanzar el PRI en la boleta de este año, pues hay alguien o algunos que traen algo más que números alegres… más bien ya andan borrachos ¡y hasta pidiendo mariachis!
Source: Columna