EL HOSPITAL GENERAL en esta capital llegó a un punto en que, literalmente, hasta sin aire se quedó. No basta la insuficiencia de medicamentos, insumos mínimos para curaciones y espacios para atender a los enfermos y accidentados que llegan para sera atendidos de urgencias. Ahora, aunado a las altas temperaturas, ya se les apagó el aire acondicionado porque el sistema de enfriamiento empezó a colapsar y nuevamente ese nosocomio se convierte en una olla de presión a punto de estallar.
El llamado de auxilio y desesperación del personal médico y de enfermeras llegó a tal grado de que la noche de ayer y madrugada de hoy de plano se hizo un recorrido “underground” para constatar tan lamentables circunstancias. Los directivos del hospital, los responsables en la Secretaría de Salud y por supuesto el titular de la misma y el propio gobernador Javier Corral, es un tema que prefieren evadir y mantenerlo fuera de su “mundo de caramelo” al cual se aferran con actitudes y posturas no infantiles, porque no lo son, sino “infantiloides”, porque se trata de adultos con manifestaciones conductuales berrinchosas, caprichosas y disimuladas.
El resumen de lo que viven a diario en el Hospital General se puede resumir en pocas líneas, las cuales dertivan en potencial de muerte:
- No hay camillas, ni espacio para atender dignamente a pacientes
- No hay medicamento básico
- No hay suero para acompañar el suministro de medicamento
- Insuficiente personal médico y de enfermería
- Instalaciones sin aire acondicionado
- En el área de pacientes críticos, donde deben estar dos, anoche había cuatro
Si a eso se le suma la indolencia de los responsables del nosocomio, así como de los mandones en el rango jerárquico hasta llegar al Secretario de Salud y el propio mandatario estatal, resulta que la política del avestruz, donde es más facil enterrar la mirada en la arena, arroja como resultados riesgos criminales y mortíferos.
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LO QUE NO se ganó en las urnas, tal parece que los morenistas pretenden rasguñarlo en la mesa. Este día y desde Juárez, ciudad que Juan Carlos Loera convirtió en su fortaleza, el candidato derrotado ofrecerá un mensaje correspondiente al resultado de la elección por la gubernatura, elección en la que la panista Maru Campos resultó vencedora y ya hasta recibió su constancia como gobernadora electa, triunfo que todavía no ha sido reconocido por el súper delegado con licencia que supuso que con repartir tarjetas del Bienestar le alcanzaría, a pesar de haberle dado la espalda a otros sectores de la sociedad, como los productores agrícolas y la clase media. El caso es que quizá para raspar muebles, trascendió que Loera intentará ensuciarle la victoria a Maru con eso de que supuestamente y a decir de los morenos, la hoy gobernadora electa rebasó el gasto permitido en su campaña, y para eso estaría la 4T y su arma política más amenazante contra sus enemigos: Santiago Nieto y la Unidad de Inteligencia Financiera. Sin embargo, los más optimistas que aún piensan que los morenistas son todos unos demócratas, señalan que pudiera ser que Loera reconocerá su derrota, pues con más de 130 mil votos de ventaja, nada hay por hacer. Pero conociendo a los morenos… ¿usted qué opina qué sucederá? ¿Serán buenos perdedores o el berrinche continuará?
Por lo pronto, y después de que el fin de semana, Loera utilizó sus redes sociales para acusar “un desastre impresionante” en el conteo de votos, ayer las utilizó para presumir triunfos ajenos, es decir, las victorias que sus colegas de Morena lograron en 11 de 15 gubernaturas, además de insistir en que seguirá luchando para que la 4T llegue a cada rincón. ¿Será que acepta su derrota, o simplemente es un adelanto que no lo hará?
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Y MIENTRAS ESTO ocurre, los que ayer fueron nombrados como los que encabezarán por parte de la gobernadora electa, Maru Campos, la transición del Poder gubernamental, fue un claro y contundente mensaje para los que se van, pues al frente del equipo está César Jáuregui Moreno, el otro señalado y perseguido político por el gobernador Javier Corral y sus funcionarios cercanos.
Luis Fernando Mesta, Jesús Mesta y Mónica Vargas, tendrán no solamente que sentarse con César Jáuregui para realizar la entrega-recepción de la Administración, sino también con las aguerridas juarenses Clara Torres y la priista Lilia Merodio, las otras integrantes del equipo nombrado por Maru.
El mensaje es duro, la forma refleja un fondo que vislumbra cómo mascará la iguana de hoy en delante. No hay paz negociada. Tampoco puente de plata.
No se trató solamente del desaire, la misoginia y la persecución judicial en contra de Maru Campos y, hasta donde corresponde, César Jaúregui. También se trata de poner -ahora sí- al PAN en el Gobierno, porque desde hace cinco años que esas siglas ganaron el Gobierno del Estado, realmente han quedado fuera del mismo.
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QUIEN LUEGO DE que acá en Chihuahua, estado donde le tocó ser delegado del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, entregó resultados a medias, mejor decidió irse ya a su tierra, Durango, para ir tejiendo estrategias políticas propias, es el senador José Ramón Enríquez, el cual ya puso pies en polvorosa de este estado y mejor se regresó al suyo, tanto, que ayer presumió un encuentro con Otniel García, legislador que fungió como delegado en Durango, así que para no llevarse los cocolazos de un sector de la militancia morenista que lo acusaron a él y a Juan Carlos Loera de imponer candidatos, con la venia del líder nacional Mario Delgado, el senador Enríquez prefirió irse a bailar el pasito duranguense que seguir zapateando la victoria azulada.
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LA QUE TAMBIÉN respira por la herida, al igual que su amigo Javier Corral, luego del triunfo de Maru Campos como futura gobernadora, es la exconsejera de la Judicatura, Lucha Castro, quien en febrero traía toda una operación para tumbar a Maru de la carrera, estrategia en la que buscó reunir a Corral y a los candidatos de Morena y Movimiento Ciudadano, Juan Carlos Loera y Alfredo “El Caballo” Lozoya, trío que quizá sí reunió en contra de la hoy gobernadora electa, pero que ni a ella ni a la tercia antes mencionada les funcionó. El caso es que desde donde se encuentra, allá en el Viejo Continente, Lucha continúa despotricando en contra de Maru Campos, desde insistir en el presunto vínculo con el exgobernador César Duarte, hasta afirmar que la gobernadora electa es “anti derechos”. Será el sereno, pero lo que sí es un hecho es que chance Lucha no regresará en un buen rato, al menos que vuelva a su “activismo” habitual.
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HABLANDO DEL GOBERNADOR Javier Corral y los poco menos de tres meses que le restan a su administración, y con tal de que la venganza política continúe siendo la tónica, la mentada Operación Justicia para Chihuahua, que no fue otra cosa que amedrentar a sus enemigos y voltear a otro lado cuando no convenía, será utilizada de nueva cuenta en las próximas semanas, por lo que con todo y que ya casi se van, Corral Jurado y el fiscal César Peniche van tras los últimos retazos de una operación que nació muerta y que ahora pretenden resucitar.
Source: Columna