LO QUE MÁS temían las autoridades gubernamentales federales llegó: el pico de la pandemia se pronostica para la primera semana de mayo y los hospitales están colapsados en la intentona de atender a los pacientes con sintomatología del Covid-19. El escenario se repite en todas las latitudes del país, pero aquí en Juárez ya es imposible decir lo contrario.
Los malosos nos confirmaron que en la frontera fue cerrado el hospital 66 del IMSS, dado que su personal se contagió y ya eran casi lo mismo los pacientes contagiados que la plantilla laboral. La Clínica privada Centro Médico ya no tiene ingresos, pese a que tengas con qué pagar. La policlínica fue contratada por el Municipio para atender a sus trabajadores. Y la radiografía total no luce nada bien. En la capital los hospitales públicos piden no asistir si no es caso de gravedad. Vaya, la punta de la enfermedad se asoma y el sistema de salud está a un tris de decir hasta aquí.
Para quienes dicen que el coronavirus es la misma charra que el chupacabras, solo tiene que asomarse a los nosocomio de su localidad. El clima se profundizó debido a que hay un ala del planeta que asegura que es hora de sacar la cabeza y dejar la inmovilidad social y económica. Quien predijo el colapso económico en 2008, denominada la gran depresión gringa, asegura que el número de muertos no equivalen a detener el mundo, encontró en lo local a su vocero en la figura de Salinas Pliego, quien llamó a la desobediencia civil y regresar a las calles.
Y mientras sigue la polémica, a nivel local el gobernador dijo que es hora de profundizar las medidas de seguridad; todas con la orientación del distanciamiento físico. Cubrebocas obligatorio, horarios de trabajo acortados, manejo de personas en los supermercados, etc. Hoy comienza una nueva semana y las autoridades analizan que si no funcionan estas nuevas medidas tendrá que entrar la fuerza pública a meter a la gente a sus hogares, voluntariamente a fuerza.
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A PESAR DE que varios ya andaban levantando la cuarentena y tachando a los otros de exagerados, ayer el gobernador Javier Corral publicó en el Periódico Oficial del Estado nuevas medidas y restricciones que nos confirman que lo peor está por venir y que la necesidad de quedarse en casa cuando la salida no sea extremadamente esencial, es urgente y debe ser precisa, es así que aunque un amplio sector aún no lo quiera creer, el Gobierno del Estado agudizó las prohibiciones a partir de hoy, como lo son que los camiones urbanos se cortarán a las 8 de la noche, deberán ir a un 50 por ciento de su capacidad, además de que todos los pasajeros deberán usar cubrebocas, mientras que los supermercados y centros comerciales, algunos que había continuando operando, deberán restringir el acceso de 50 a 75 clientes, dependiendo del tamaño de sus instalaciones, ésta última cifra de 75 sólo si el negocio rebasa los 2 mil metros cuadrados, además de que los accesos a la entidad se restringirán aún más, al menos hasta que arribe el 30 de mayo, eso, en el mejor de los escenarios.
Es así que mientras algunos ya veían el fin de la pandemia, lo cierto es que la crisis y el caos en los hospitales, por ejemplo, apenas comenzará a principios de mayo, por lo que esta semana que inicia será crucial para la contención de los contagios por Covid-19, a sabiendas que desde que comenzaron a ocurrir fallecimientos por el virus en Chihuahua, la entidad se ha mantenido como uno los estados con mayor letalidad. El gobierno estatal ha hecho lo suyo, ahora resta la sociedad.
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HABLANDO DE LO que hacen los gobiernos y los diversos sectores de la sociedad, este fin de semana estuvo muy alterado por el llamado de una televisora a desobedecer a Hugo López-Gatell, el subsecretario de Salud que noche tras noche ofrece datos e información de lo que sucede en México con el Covid-19, y vaya que ahí es donde se notó que lo grillo sobrepasa, por mucho, lo que pueda ocurrir en la salud de las personas, pues varios de los que antes se jactaban de que el coronavirus era prácticamente una invención, seguidores de la 4T por supuesto, salieron con garras y dientes a defender a López-Gatell tras la irresponsable declaración del conocido conductor de TV Azteca, sin embargo, ahí quedó establecida esa doble moral que se cargan los de dizque izquierda, pues mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador contradijo una y otra vez a su subsecretario “científico”, ahí solapaban a su tlatoani.
Por cierto, se vieron más que ridículos al exigir un boicot a TV Azteca, para que horas después saliera el Presidente a disculpar a sus amigos Javier Alatorre y Ricardo Salinas Pliego, y es así que mientras en una mañanera, el tabasqueño crucifica a un medio de comunicación que se equivocó, lo exhibe y ridiculiza, a otro que le sirve y funciona, lo exonera. Así la doble moral de la 4T, además de sus seguidores, ya que mientras exigían boicot, los que reciben dádivas de la federación se preguntaban dónde las cobrarían, pues la mayoría se paga por Banco Azteca. Ni la burla perdonan.
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Y MIENTRAS ESO sucedía, el que se dejó caer con todo y bajo la triste circunstancia que le tocó vivir, que es el perder a nueve miembros de tu familia en manos del crimen organizado, es el activista Julián LeBarón, quien publicó en redes sociales lo que ha descubierto a raíz de la masacre ocurrida en los límites de Sonora y Chihuahua, en donde fue muy claro el resumir el actuar de las autoridades federales: “A 5 meses de la masacre de La Mora lo único que hemos probado es que el poder judicial es una mafia, el poder legislativo es una mafia y el poder ejecutivo es una organización criminal”. Así o más claro.
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DE HECHO LA pandemia del COVID 19, entre otros males, ha traído consigo una perfecta cortina de humo para oleada de violencia que azota Chihuahua en sus cuatro puntos cardinales. No hay poder institucional, mucho menos humano, que le haga frente.
Si no se trata de cabezas rodando frente a una comandancia de policía, son múltiples ejecuciones en barberías. O los enfrentamientos que dejan decenas de cuerpos en la región serrana; el recuento se extiende sin pudor a Ciudad Juárez, donde los narcoajusticiamientos son el pan no diario, sino de cada dos o trers horas. Anoche tocó el turno de un narcoescenario en San Buena Ventura y hace pocos días el corredor de Aldama a Ojinaga se convirtió en zona de guerra.
¿Para dónde correr? Afortunadamente hay cuarentena y la sociedad también se encuentra medianamente apartada de esta realidad que no ha dejado libre las calles, y no hay Guardia Nacional, Policía Federal, Fuerza Estatal o Policía Municipal que le haga frente eficaz.
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PRECISAMENTE HABLANDO DEL caso de la masacre de los LeBarón, los malosos nos confirmaron que este día se reunirá, de manera virtual, obviamente, la Comisión de Seguridad del Congreso del Estado, esa que preside la diputada panista Georgina Bujanda, en especial para darle seguimiento no sólo a los recientes acontecimientos violentos en la entidad, sino a esa masacre que todavía pisa callos, sobre todo políticos.
Source: Columna