Importancia de la terapia de lenguaje en los niños

Una gran cantidad de niños desde muy pequeños padecen diferentes problemas de lenguaje y esto les limita a tener una buena comunicación con los demás. Los infantes pueden tener discapacidades en el habla y dificultades para el aprendizaje del lenguaje.

Afortunadamente existen especialistas formados a través de diplomado en terapia del lenguaje que pueden tratar estos problemas que, a largo plazo, además de las propias dificultades de comunicación, generan inseguridad al hablar y bullying de otros niños.

La terapia del lenguaje trata generalmente problemas en la producción del sonido, así como dificultades de aprendizaje del lenguaje y para combinar las palabras para expresar sus ideas.

Entre los trastornos que abarca el tratamiento de la terapia del lenguaje están como se dijo: la articulación y reproducción de sonidos (dislalia, disglosia, disartria), trastornos en la fluidez del habla (tartamudez), alteraciones en la lectura y la escritura (dislexia, disgrafía, disortografía), trastornos de la voz (disfonías), alteración y comprensión del lenguaje y dificultad para elegir el lenguaje socialmente adecuado. 

5 beneficios de la terapia del lenguaje

En el caso de que tu hijo presente un problema para comunicarse un especialista en terapia del lenguaje lo puede ayudar en gran medida y esto tendrá grandes beneficios entre los que se encuentran:

1.- El niño aprenderá a interactuar con los demás

Los problemas de aprendizaje impiden al niño comunicarse con los demás, no solo en la escuela o en los infantes de su misma edad, sino incluso con sus propios padres. Con la terapia del lenguaje el niño aprenderá a tener suficiente seguridad para acercarse al resto y hablar sin problemas.

2.- Mejora la percepción de sí mismos 

La mayoría de las veces los niños con problemas de comunicación no comprenden por qué los demás no lo entienden. Esto puede dificultar la forma en la que el niño se percibe. Por fortuna con una buena terapia del lenguaje se podrá mejorar sus limitaciones y aprenderá a tener una percepción correcta de sí mismo.

3.- Reduce las dificultades del aprendizaje

La terapia del lenguaje trabaja las dificultades de la lectura y escritura y permite al niño reducir las probabilidades de padecer bloqueos en el aprendizaje, lo que puede traer un bajo rendimiento escolar.

Las dificultades en el rendimiento educativo son frecuentes en este problema por dificultades para la adquisición de la escritura, la lectura y el cálculo; y a esto se suma problemas en la comprensión de información que se le proporciona en el colegio y ante el cual un profesional común no tiene la capacidad de afrontar.

4.- Aumenta la autoestima

Los niños con dificultades de comunicación, como se dijo, tienden a ser muy tímidos. La terapia del lenguaje los hará más fuertes y les proveerá mayor confianza. Los niños tendrán una infancia más feliz y podrán lidiar con más seguridad cualquier incidente a nivel emocional. El poder comunicarse correctamente, aumentará en los niños el amor propio.

5.- Resolver dificultades de alimentación

Con la terapia, el especialista no solo se enfoca en el lenguaje, sino que abarca otras condiciones relacionadas que padecen los niños con estas dificultades también pueden presentar algún trastorno en la alimentación. El terapeuta puede ayudarle en este proceso, así como a la integración oral y sensorial que también tienen un fuerte vínculo con el proceso de habla.

A todo lo anterior se suma que las terapias del lenguaje son tratamientos totalmente personalizados. Cada niño es diferente y el profesional en esta área puede captar la forma adecuada para tratar cada caso de acuerdo con sus necesidades, por lo que el infante con dificultad recibe la atención óptima e individualizada para superar sus limitaciones.

Un niño que pueda comunicarse plenamente es feliz y la terapia del lenguaje garantiza el total éxito en esta área. No hay que dudar en buscar ayuda porque se trata de dificultades que pueden ser tratadas con gran éxito.

Información tomada de Cadena Noticias


Source: Columna