Ahora sí que por unanimidad, es decir, hasta del diputado local de Morena que integra la Comisión Jurisdiccional del Congreso del Estado, incluidos por supuesto del PAN y del PRI, se le fueron a la yugular al exgobernador Javier Corral y aprobaron que efectivamente, existen los elementos necesarios para iniciar un juicio político en su contra, esto debido a las omisiones y presuntas irregularidades durante su (des)administración, así que con los votos del moreno Óscar Avitia, de los panistas Gabriel García Cantú, Alfredo Chávez y Yesenia Reyes, así como del priista Omar Bazán, dicha Comisión aprobó que existen las pruebas suficientes para el comienzo de un juicio político en contra de Corral Jurado, luego de la denuncia interpuesta por el abogado Gerardo Cortinas Murra, por lo que el ex no solamente traerá a cuestas múltiples investigaciones en la Fiscalía General del Estado, sino que ahora el Poder Legislativo también va por su cabeza, aunque él no tarde en quejarse de que se trata de pura “persecución política”. No cabe duda, el carnicero de ayer, es la res del presente. Karma, se llama.
******
Bien dicen que la derrota es huérfana y la victoria tiene muchos padres, así que sin excepción, así sucedió con los resultados de la elección de consejeros de Morena, luego de una jornada de votación que se tradujo en un cochinero, con acarreos, compra de votos y hasta urnas embarazadas, pero que como es costumbre en el morenismo, se hacen de la vista gorda y actúan como si fueran incorruptibles y perfectos, y es en esa situación y en la de declararse vencedor es en la que anda el súper delegado Juan Carlos Loera, quien juró y perjuró que tras la elección de consejeros, Morena seguirá siendo de “izquierda” y que los “oportunistas, algunos duartistas”, se quedaron con las ganas de tomar el control del partido, y aunque si bien el grupo de Loera se llevó varias posiciones, también lo hizo el del alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, quien hasta resultó electo consejero, además de que otros muchos espacios quedaron en manos de morenistas afines a Martín Chaparro, el dirigente que se va, pero que continúa siendo el fiel de la balanza entre loeristas y crucistas, por lo que aunque Loera presuma y se jacte de victorioso, aunado al uso de los programas sociales a su cargo para coaccionar el voto, los resultados de la elección interna de Morena deja a los tres grupos fortalecidos, pero también debilitados, ya que ninguno puede presumir un control total dentro del partido que ayer demostró que son expertos en el mapacheo electoral.
Así que será en esta semana cuando los resultados y los nombres de los 90 consejeros que aportará Chihuahua al Consejo Nacional de Morena se oficialicen, pero es prácticamente un hecho que ya no habrá movimientos y los que se mencionaron son los que quedarán, entre quienes destacan Cruz Pérez Cuéllar; la diputada federal Andrea Chávez; Ana Carmen Estrada; Ulises García; Mayra Chávez; Cuauhtémoc Estrada; Edwiges Armendáriz y Sebastián Torres, es decir, de los ganones hubo de chile, de dulce y de manteca… para que sigan los catorrazos.
******
Continuando con los morenistas, que vaya que estuvieron intensos este fin de semana, quien fue exhibida en redes sociales una y otra vez por militantes y simpatizantes de Morena, fue la paisana y actual presidenta del Consejo Nacional, Bertha Luján, a quien la señalaron de realizar acarreos y compra de votos en el Distrito 23 con sede en Coyoacán, allá en la Ciudad de México y donde reside la chihuahuense que es una de las personas más cercanas a Andrés Manuel López Obrador desde su tiempo de perredistas.
El caso es que a Luján, morenista influyente y madre de la secretaria del Trabajo de la 4T, Luisa María Alcalde, la acusaron, junto a Carlos Castillo, un alto funcionario de la Secretaría del Bienestar, de cometer múltiples delitos electorales, aunque de ahí a que quienes acusan interpongan una denuncia formal, pues está en chino, ya que no querrán hacer enojar al inquilino de Palacio Nacional.
******
Y mientras sus “hijos putativos” se daban hasta con la cubeta después de copiarles todas las prácticas malsanas que durante décadas ejercieron como el partidazo que fueron, ya a sabiendas de la necesidad de cambiar y con ese chip en mente, permitiendo que ahora la corrupción sea vinculada a Morena y no a ellos, ayer los que integran la cúpula de los priistas que se negaron a abandonar el barco tricolor y no se dejaron llevar por el canto de las sirenas morenistas, se reunieron en un conocido restaurante que se ubica en el Centro de Chihuahua capital, encabezados por los exgobernadores Patricio Martínez y José Reyes Baeza.
Ahí no sólo anduvieron exgobernadores, también exalcaldes como Alejandro Cano y Javier Garfio, los exdiputados federales Alex LeBarón, Maurilio Ochoa, Memo Márquez y Minerva Castillo, incluso hasta el notario Sergio Granados se apersonó en el encuentro, el mismo que fuera secretario General de Gobierno durante el sexenio de Reyes Baeza. El encuentro fue presumido por el dirigente del PRI Estatal, Alex Domínguez, quien se había retirado un poco de los exgobernadores debido a su férrea defensa a “Alito” Moreno, dirigente nacional tricolor, al cual todavía no tragan los tricolores de la vieja escuela.
******
Quien reiteró que no saldrá de vacaciones, pues la chamba es mucha y requiere especial atención, es la gobernadora Maru Campos, la cual se mantendrá pendiente al 100 por ciento de lo que sucede en el estado, sobre todo ahora que la violencia ha cedido y que por ende no se debe aflojar el paso, además de que en los próximos días se espera la visita de funcionarios federales que encabezarán junto con ella la mesa de seguridad, sólo falta filar la fecha exacta y el lugar.
Source: Columna