Javier Corral está herido y empecinado en enlodar a más panistas. No soporta que la dirigencia nacional del PAN, encabezada por Marko Cortés, y la gran mayoría de figurones azules a nivel nacional, apoyaron con todo a la hoy gobernadora electa, Maru Campos, cuando Corral arremetió contra ella para imponer como candidato a la gubernatura al senador Gustavo Madero, y que ya cuando no pudo sacar a flote a su delfín, hiciera hasta lo imposible para que su sucesor fuera el morenista Juan Carlos Loera. Es así que con el amague de expulsión en su contra, Corral compartió una columna periodística que cuestiona el actuar de Cortés o del diputado Jorge Romero en la contratación de supuestas empresas fantasmas que estarían involucrados en una presunta red de corrupción, vaya, el todavía gobernador de Chihuahua es excelente para observar la paja en el ojo ajeno, pero incapaz de ver la viga en el propio… o dicho de otro modo, la zorra nunca se ve su cola. Es así que ya ven como inminente una posible renuncia a las filas del PAN antes de que lo renuncien, tanto, que en Movimiento Ciudadano algunos lo esperan ansiosos, mientras que a otros ya les dio ansiedad.
Además, mientras se pelea con propios y extraños, sobre todo con propios, el gobernador Javier Corral continúa como uno de los mandatarios estatales peor evaluados del país. Y es que en las más reciente encuesta de Arias Consultores, Corral Jurado se ubicó en el lugar 29 de 32, con apenas el 13.6 por ciento de aprobación por parte de sus gobernados y sólo por encima de otros gobernadores completamente desgastados, tales como Silvano Aureoles, de Michoacán; Nacho Peralta, de Colima y Antonio Echevarría, de Nayarit. O sea que Corral saldrá por la puerta de atrás no nada más del PAN, sino también del Gobierno del Estado.
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Por cierto, quien anduvo de invitado especial en Palacio de Gobierno, a donde regresó no como gobernador, como lo había visualizado, es el senador Gustavo Madero, que desde que perdió la elección interna contra Maru Campos y posteriormente del triunfo electoral de la gobernadora electa, también se la ha pasado criticando al PAN y sus alianzas. El caso es que Madero Muñoz visitó a sus antiguos compañeros y hasta participó en un programa con quien ahora ocupa su antiguo puesto en la administración estatal, el coordinador de Gabinete, Jesús Mesta Fitzmaurice, éste últimos, de los pocos “leales” que todavía le quedan a Javier Corral. A ver si se lo lleva a Movimiento Ciudadano.
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Quienes juntó a los que no son panistas, pero se se unieron a la candidatura de Maru Campos y les resultó la carta ganadora, fue Roberto “El Pony” Lara, el encargado de precisamente, fraguar esas alianzas externas durante la pasada campaña electoral, es así que para seguir uniendo esfuerzos de cara al nuevo gobierno estatal que encabezará Campos Galván, “El Pony” invitó a un conocido salón de eventos de color chillante, allá en el sur de la ciudad. Ahí anduvieron los exdiputados priistas Pancho Salcido, César Cabello y Tepo Romero; el exdiputado Héctor Barraza, perredista que se había al morenismo y se regresó de allá, así como los diputados Alan Falomir y René Frías, vaya, la crema y nata de quienes estuvieron tentados por los moreno y fueron blanco de amagues de la carnicería política que soltó Javier Corral .
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El que continúa con su tour en la Ciudad de México es Cruz Pérez Cuéllar, presidente municipal electo de Ciudad Juárez, quien acudió a un encuentro de alcaldes electos de extracción morenista, en donde los futuros ediles firmaron una “carta compromiso con la 4T”, en donde se comprometen a regirse bajo principios éticos, vaya, las cartas que firman los de Morena y con las que suponen que la corrupción se acaba por decreto, sin embargo, como Cruz no cae en la ingenuidad de sus colegas morenistas, chance y sí se aplique por el bien del municipio más poblado del estado, el cual gobernará a partir del mes de septiembre, cuando sustituya al alcalde Armando Cabada.
Source: Columna