“Van y le cuentan cosas distorsionadas”. Algo sabe la gobernadora electa Maru Campos de lo que fue y le platicó el gobernador Javier Corral a Andrés Manuel López Obrador, que quien será la próxima mandataria estatal se aventó esa declaración después de que inició formalmente el proceso de entrega-recepción del Gobierno del Estado. Y aunque todavía no hay fecha exacta del encuentro con el Presidente de la República, Maru aseguró que le planteará la realidad de lo que ocurre con la administración, pues muy seguramente y fiel a su costumbre, Corral le planteó un escenario alejado de lo que realmente sucede, un escenario donde él es la víctima y el héroe que combate solo a los “malvados”. De algo se enteró la gobernadora electa que por tanto pretende desenmascarar al que será su antecesor y se resiste a entregarle la riendas del Estado, pero con todo y berrinche de por medio, al cual arrastró a sus funcionarios, Maru acudió sin rencores a la cita con la secretaria de la Función Pública, Mónica Vargas, quien no tuvo más remedio que apechugar ante la que será la gobernadora, muy a pesar de su todavía jefe Javier Corral.
Y es que no hace falta ser un genio para saber que las finanzas estatales y la administración son un caos con el que tendrán que lidiar Maru y los suyos, muy alejado de ese escenario idílico que le planteó Corral a AMLO, a pesar de que le haya pedido apoyo financiero para cerrar más o menos dignamente, por lo que aunque todavía no existe la fecha exacta del encuentro entre la gobernadora electa y el presidente de México, ya Maru adelantó que le quitará la máscara a Corral delante del inquilino de Palacio Nacional.
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Por cierto, y hablando de los ecos de ese encuentro que Javier Corral sostuvo con Andrés Manuel López Obrador, ayer durante la “mañanera” y cuando al tabasqueño le tocó hablar de política, se aventó unas declaraciones que provocaron que más de uno levantara las cejas. Ahí, desde donde diariamente dicta la agenda del país, López Obrador afirmó que en política no todos son amigos y que hay que ser precavido con quienes en ocasiones dicen una cosa pero hacen otra, es decir, habló de traiciones y mentiras, afirmando que las apariencias engañan, y como apenas horas antes se había reunido con tres gobernadores en funciones, como lo son el de Chihuahua, Morelos y Jalisco, Javier Corral, Cuauhtémoc Blanco y Enrique Alfaro, respectivamente, los grillos nacionales comenzaron a apostar a cuál de todos se refería: al primero, al tercero, o de plano a los tres. La mayoría puso sus momios por el que llegó del norte.
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El que de nuevo demostró que del conflicto por el agua entendió absolutamente nada y aunque le duela reconocerlo, le costó la gubernatura, es el candidato perdedor de Morena, Juan Carlos Loera, quien con el temporal lluvioso que inició el fin de semana, se atrevió a opinar de un tema del que sabe nada y eso dice mucho de su ignorancia: “la naturaleza haría su parte, siempre lo dijimos. El escenario catastrófico de la sequía fue aprovechado con fines políticos para culpar de todo a la 4T”. No Juan Carlos, lo que la naturaleza hizo fue aplazar y lavarles sus despiadadas ocurrencias al llevarse el agua de las presas de la cuenca del Conchos en plena sequía, una de las más crudas de las que se tenga memoria, porque para que de plano les enmiende la bestialidad que hicieron con los productores agrícolas de la región centro-sur y las presas La Boquilla, Las Vírgenes y El Granero, se necesitan muchos más días de lluvia para que vuelvan a recuperar el agua que ustedes se llevaron con la ayuda de la Guardia Nacional, pues con todo y la copiosa lluvia, las presas en mención incrementaron su capacidad del uno al dos por ciento, es decir, hasta ayer por la tarde y según datos de la Conagua, La Boquilla estaba al 19 por ciento, Las Vírgenes al 18 y El Granero al 30, lejos aún del más de 50 por ciento que tenía ésta última cuando abrieron las compuertas, o el 36 por ciento que tenían las otras dos. Así que no, la naturaleza fue benévola con los campesinos de Chihuahua, pero aún falta que esa bendición de la lluvia se extienda en las próximas semanas para que los agricultores puedan garantizar el ciclo, el mismo que ustedes los cuatroteros dejaron incompleto y que ocasionó que los productores dejaran de sembrar el 65 por ciento de sus parcelas.
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Quien reapareció en sus redes sociales luego de estar ausente desde que perdió la alcaldía de Chihuahua frente al panista Marco Bonilla, es el que fuera el gallo de Morena y sus aliados, Marco Quezada, el cual, político como es, agradeció a todos aquellos que lo apoyaron en la carrera por intentar regresar a la Presidencia Municipal de la capital. Por lo pronto, los malosos nos dicen que el ojiverde chaparrito está deshojando la margarita para ver si le sigue dentro del morenismo y seguir con su carrera política, o si de nueva cuenta se toma un break como el que se tomó cuando renunció al PRI.
Source: Columna