Poco a poco, y con el inicio de la entrega-recepción del gobierno estatal por parte de la administración actual al equipo de Maru Campos, la gobernadora electa, se ha confirmado a quiénes iba dirigido ese dramático texto que el gobernador Javier Corral se aventó la semana pasada, el cual hasta música de violines tenía de fondo. Lo que él calificó de “deslealtades” se resumen en movimientos políticos, en saber brincar a la foto antes de sumirse en grilla que no los llevará a nada, así que la presencia ayer del coordinador de los diputados locales del PAN, Fernando Álvarez Monje, acompañando de primera mano a César Jáuregui Moreno, incondicional de Maru, a la reunión que sostuvo el equipo de transición con el secretario General Luis Fernando Mesta, sólo vino a cerrar la pinza de que cuando Corral se refería a esas supuestas “traiciones”, la piedra y el saco iban hacia el legislador, que aunque siempre estuvo al pie de lucha con el todavía gobernador, Álvarez le fue más leal al PAN que a Corral el neomorenista.
Además, quienes ayer se apersonaron en Palacio para irle dando vuelo al proceso de entrega-recepción, demuestra que lo que Maru conminó durante la campaña se hizo realidad, pues su proyecto se trató de unir fuerzas, sin importar colores, para impedir que Morena se apoderará de la gubernatura, por lo que sólo a quienes se dan golpes de pecho les resultó extraño ver al expresidente del Poder Judicial del Estado, José Miguel Salcido o al exdiputado priista Eloy García Tarín. Y por cierto, quien sí se indignó por la conformación de ese equipo que concentra a panistas y priistas, fue el candidato perdedor de Morena, Juan Carlos Loera, el cual publicó indignado el “regreso del duartismo” al Gobierno del Estado, sin embargo, sería creíble su queja que así como se indigna por lo que hace la candidata que lo derrotó en las urnas y es hoy la gobernadora electa, también se quejara que en Morena, incluso en su equipo de campaña, también habían expanistas y expriistas, a los cuales ni en el “PRIAN” los quisieron y por eso recalaron en ese Frankenstein de dizque izquierda.
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A quien le tocará el turno de ser visitado por los integrantes del equipo de transición de Maru Campos, la gobernadora electa, es ni más ni menos que al fiscal César Peniche, el cual los recibirá en las instalaciones de la Fiscalía General del Estado, corporación a su cargo y que fue utilizada para perseguir y tumbar a la hoy próxima gobernadora, pero como la vida da muchas vueltas, este día al fiscal le corresponderá servir de anfitrión de aquellos a quienes traía cortitos amagándolos con carpetas de investigación, es decir, pasará de amagar con servirles órdenes de tacos, a servirles un cafecito con pan por eso de los días lluviosos.
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Los que decidieron lavarse las manos y dejarle al Instituto Estatal Electoral las denuncias por presuntos gastos de campaña excesivos, correspondientes a varios candidatos de Chihuahua, son los consejeros del INE que encabeza Lorenzo Córdova, y es que ayer, sin mucho aspaviento y para dejar en claro que por lo pronto ese balón no lo pueden tocar, los del Instituto Nacional Electoral lo pasaron a la cancha del IEE, así que tendrán que ser los encabezados por Cata Espino, consejera presidenta del árbitro local, los cuales dictaminen si los morenistas Juan Carlos Loera, Marco Quezada y Cruz Pérez Cuéllar, así como la panista y hoy gobernadora electa, Maru Campos, rebasaron los gastos de campaña, que a decir de los más enterados, las quejas sólo se interpusieron para ver si los del INE se aventaban un “Salgado Macedonio”, y no porque las denuncias en realidad trajeran carnita.
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Y a quienes les fascina, es más, tienen la medalla de oro en maromas para justiciar las barbaridades que en ocasiones se avienta su ídolo, el presidente Andrés Manuel López Obrador, es a su ejército de ciegos seguidores que con tal de no aceptar que el tabasqueño también se equivoca, tienden a buscar todas las formas posibles de desviar la realidad. El caso es que a tres años de que AMLO obtuvo el triunfo electoral, mismo que celebrará con uno de sus huecos “informes”, en medio de una crisis de violencia y de salud, los aplaudidores del inquilino de Palacio Nacional comenzaron a circular una imagen en la que culpan a los priistas Manlio Fabio Beltrones y Miguel Ángel Osorio Chong, de ser los responsables del desabasto de medicamentos para los niños con cáncer. Vaya, los morenistas no saben otra: siempre otros tienen la culpa de los errores e ineptitudes.
Source: Columna