A CASI TRES semanas de las elecciones del 1 de julio y con la reserva de lo que puedan arrojar las impugnaciones, la numerología continúa a tambor batiente en lo que respecta a cómo quedará conformado el Congreso del Estado, ante el notable avance de Morena y la dosis de realidad que recibió el PAN, tan es así que los malosos agarraron el ábaco y de acuerdo los votos que reflejaron los cómputos distritales, el mayor número de curules las seguirá teniendo el partido azul con 12 legisladores, nuevE que llegarían por tierra y tres más plurinominales, mientras que Morena, a sazón de su la coalición que armó con el PES y el PT, ellos solitos tendrían ocho diputados en la Torre Legislativa, además de que sus colegas de Juntos Haremos Historia, tendrían tres (PES) y dos (PT), el primero sin pluris y el segundo con uno.
Y al que de plano le falló la calculadora fue a Omar Bazán, líder del CDE del PRI, ya que por más que jura y perjura que el priismo se quedaría con seis diputaciones, lo cierto es que alcanzaría sólo tres, uno que llegó por tierra, ganando el Distrito 22 con Chuy Velázquez y dos más en camino de terciopelo, misma historia que Movimiento Ciudadano, con tres curules repartidas en dos por mayoría y un plurinominal, mientras que Nueva Alianza y Verde, uno cada uno que les permitiría acceder a las prerrogativas, claro está, si el presidente electo de México, deja títeres con cabeza y nos les recorta los arrimadijos a los legisladores locales.
Así que la guerra legislativa se pondrá muy interesante los próximos tres años, pues el PAN, con sus aliados de MC, sumarían 15 votos a favor de lo que disponga el gobernador Javier Corral, contra 13 de Morena y sus aliados, aunque también es probable que surja el PRIMOR en el Congreso, aunado con el verde y el turquesa, que entonces sí, pondría en serios predicamentos al panismo y al góber, que de plano perdería mayoría y el karma del hacer por deshacer, se le regresaría como un boomerang. ¿Será?
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HABLANDO DE KARMA y pérdida de control, los malosos revelaron que al gobernador Javier Corral le podría caer otra bomba proveniente desde la izquierda, y es que ha sonado el nombre del activista Jaime García Chávez, su otrora amigo y consejero, para ocupar algún puesto dentro del próximo gobierno federal que encabezará Andrés Manuel López Obrador, lo que demuestra que el poder no es eterno y que la grilla es una rueda de la fortuna, por lo que al góber todavía le quedan tres años para rectificar o de plano intentar agotarse su armamento político.
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EN TERRENOS DESVELADOS del nuevo amanecer, donde ya no se pueden ocultar las ojeras que ocasionó la derrota electoral, nos cuentan que la política de bajarse los sueldos promovida por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, no les impacta ni siquiera les hace mella en el ánimo jacarandoso; pero donde sí surgió la preocupación es en los alcances que tendrá la obligatoriedad de que los funcionarios públicos de todos los niveles hagan públicas sus declaraciones de bienes patrimoniales.
Y es que si bien el trámite se realiza de manera discreta y secreta ante cada dependencia encargada de la contraloría interna de cada entidad, ya sea estado o municipio, la reforma que propone AMLO pudiera tocar fibras locales y en eso los panistas dijeron que nel, ahí si no le entran.
Los que están más que preocupados por no hacer públicas sus declaraciones de bienes son, no precisamente en ese orden de alarma: el jefe del gabinete, Ismael Rodrsíguez; el secretario general de Gobierno, César Jáuregui; el secretario de Educación, Pablo Cuarón; el secretario de Salud, Ernesto Ávila; así como no pocos funcionarios de la Secretaría de Hacienda en varios niveles, aunque confirmaron que el titular, Arturo Fuentes, anda más que despreocupado sobre el particular.
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LO QUE PARECÍA olvidado y casi enterrado, ayer volvió remover los temores de aquellos que se suponían estaban del otro lado, casi salvados, y es que el Instituto Nacional Electoral documentó y concluyó que el exgobernador César Duarte desvió casi 15 millones de pesos del erario público a las arcas del PRI, dinero que era disfrazado como “contribuciones” voluntarias por parte de cientos de burócratas del Gobierno del Estado en el 2015, razón por la que sólo existe una persona detenida y procesada por esa diablura del ballezano, se trata de Pedro Mauli Romero, exsecretario de Finanzas, pero que a decir verdad, en el entramado están involucrados muchos más, entre ellos la diputada priista y actual presidenta del Congreso local, Karina Velázquez, la cual fungía como dirigente del Comité Directivo Estatal de la familia revolucionaria y que ya en unas cuantas semanas, perderá el fuero como legisladora.
Pero ahí no se detiene el broncón tricolor que resucitó el INE, pues con todo y los problemas económicos, y que el PRI ya sabe lo que sienten la mayoría de los mexicanos que batallan para llegar con dinero en la bolsa hasta el final de la quincena, se les viene una multa de casi 40 millones de pesos por andar aceptando dinero que no les correspondía, lo que afectaría indirectamente a la CDE local que encabeza Omar Bazán y al resto de las 31 dirigencias estatales, pero como el líder priista cobra como dirigente y en unas semanas lo hará como diputado, ha de suponer que de que lloren a en su casa, mejor lloren en la del otrora partidazo, la cual va de recorte en recorte.
Source: Columna