Después de impugnar lo que parecía inimpugnable, con todo y que la jornada del domingo 6 de junio transcurrió en paz y que si alguien cometió delitos electorales ese día fueron ellos mismos, los liderazgos morenos se reunieron en una granja para arropar a su candidato perdedor, Juan Carlos Loera, quien nomás no se resigna ni acepta que “el pueblo manda” y que en Chihuahua ya decidió, y decidió que ni él ni la 4T deberían ser quienes tomen las riendas de la gubernatura del estado, sin embargo, fieles a la escuelita del señor de Tabasco que ahora ocupa el Palacio Nacional, no pudieron aceptar la democracia y se lanzaron por la vía legal a intentar denostar la elección en la que resultaron derrotados por Maru Campos, la gobernadora electa que les sacó más de 132 mil votos. Así que para darle el espaldarazo a su aspirante derrotado, se celebró esa reunión estatal que aglomeró a líderes de Morena.
Ahí, y según reportaron, se trató de reorganizarse para Io que ellos consideran deben comenzar una “lucha contra la corrupción y la defensa del pueblo”, sin embargo, tal parece que no entienden que “el pueblo” también es aquel que no coincide con sus maneras de “gobernar”, sus propuestas y ocurrencias que aquí en Chihuahua en su mayoría son despreciadas, con todo y que se dicen muy demócratas.
Es así que en su mentada impugnación a la validez de la elección, que llegó de último momento, precisamente para hacer ruido mediático, Loera y los morenos se quejan del Instituto Estatal Electoral, de los “poderes fácticos” y hasta del fanático más recalcitrante de la Selección Mexicana de futbol, “El Caramelo” Chávez, a quien acusan de realizar proselitismo electoral a favor de Maru en plena veda. Vaya, nada más les faltó quejarse de que 576 mil chihuahuenses salieron en pleno uso de sus facultades, a hacer fila y sin estar forzados por dádivas cuatroteras, a ejercer su voto en favor de Maru Campos, la hoy gobernadora electa, le pese a quien le pese.
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Por cierto, nos enteramos que luego de que el moreno Juan Carlos Loera impugnara la elección en la que Maru Campos lo derrotó, en el equipo de la gobernadora electa ya se lo esperaban, así que por eso la sorpresa no los embargó, al contrario, el equipo jurídico de la futura Góber están tranquilos y trazando los argumentos necesarios para solventar cualquier situación que requiera el Tribunal Electoral, además de que ya están acostumbrados que a través de triquiñuelas legales, los adversarios políticos de Maru pretendan ponerle trabas, por lo qué lo jurídico habrá de resolverlo los encargados de ello, pues el encargado de la transición, Luis Serrato, así como la gobernadora electa, están concentrados en lo que se viene a partir del 8 de septiembre, cuando Javier Corral le pase la estafeta a Maru Campos.
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Regresando con los morenos, y ya prácticamente concluido el proceso electoral, con todo y que su candidato a la gubernatura impugnó, los malosos nos comentan que ya comenzó la danza en busca de la dirigencia estatal de Morena, en donde Martín Chaparro tiene el tiempo contado. Algunos aseguran que Juan Carlos Loera pretende quedarse con esa silla como premio de consolación, sin embargo, ya también saltó el nombre de Fernando Tiscareño, el excandidato a la alcaldía de Chihuahua en 2018 y más recientemente aspirante a la diputación federal por el Distrito 8, elección que perdió ante la panista Rocío González, hoy diputada federal electa. Y es que ya pasada la jornada electoral, en donde algunos resultaron ganadores y en su mayoría perdedores, la gente de Morena comenzó a reagruparse en busca de repartirse espacios en el partido, luego de no lograr su cometido en lo que respecta a la voluntad popular.
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El que viajará esta semana a la Ciudad de México, en vísperas de la reunión que sostendrá con Andrés Manuel López Obrador el próximo lunes 28 de junio, es el gobernador Javier Corral, quien acudirá para sostener reuniones con funcionarios federales, en especial con gente de la Secretaría de Hacienda, en donde Arturo Herrera le dejará su lugar a Rogelio Ramírez de la O, y es que Corral tiene que ir a buscar la manera de que la Federación le ayude a cerrar estos dos últimos meses que le queda al frente del Gobierno del Estado, pues el caos administrativo y la falta de chelines, han provocado que sea uno de los más interesados en patear la transición gubernamental.
Source: Columna