Apenas y se recuperó del COVID-19, la gobernadora Maru Campos sentó su base de operaciones en Ciudad Juárez tras los lamentables hechos orquestados por grupos criminales que sembraron el caos la semana pasada, utilizando tácticas terroristas para responder a las estrategias de las autoridades. Por esa razón, Maru encabezó ayer el reforzamiento del Operativo Juntos por Juárez, el cual aglomera a los tres ordenes de gobierno: estatal, federal y municipal, con el objetivo de mantener a raya a la delincuencia, cuyas disputas han desatado una ola de terror entre los juarenses que temen se expanda a otras regiones del estado, así que para no darles más tiempo de que continúen con sus teorías del caos, la gobernadora Maru Campos lanzó ayer el reforzamiento de dicho operativo que pretende luchar al tú por tú contra los criminales.
Sin embargo, existe recelo por parte de la ciudadanía respecto a lo que hace o deja de hacer la Guardia Nacional, pues los acusan de extorsiones y de ser quienes impulsan el crimen sin miramiento alguno, por lo que señalan que aunque la Gobernadora tenga toda la intención de combatir a la delincuencia, la estrategia de “abrazos, no balazos” que impulsa la 4T, choca con la estrategia del Gobierno del Estado, ya que afirman que entre la Guardia Nacional y los criminales, existen más abrazos y nada de balas, esas nada más para los ciudadanos que se les pongan al tiro.
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Bien dicen que cuando la perra es brava, hasta los de la casa muerde, y eso sucede con el súper delegado Juan Carlos Loera y la alcaldesa de Nuevo Casas Grandes, Cynthia Ceballos, quien llegó a la Presidencia de ese municipio siendo la abanderada del PT y Morena, sin embargo, tanto Loera como la Alcaldesa en mención han protagonizado serios choques en los últimos días, pues Ceballos acusa al súper delegado de sabotearla al ponerle en contra a los regidores petistas y morenistas, razón por la que la Presidenta Municipal incluso acusó a Loera de la Rosa de violencia política y sexual.
Acusaciones que no deberían ser tomadas a la ligera, pues no es la primera vez que a Loera lo señalan de ejercer violencia contra las mujeres. Sin embargo, el súper delegado ya se defendió y afirmó que se trata de meras patrañas, pero mientras sean peras o sean manzanas, vaya usted a saber quién tiene la razón, lo cierto es que en Morena les encanta hacerla de jamón con queso, hasta entre ellos mismos les encanta despedazarse.
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Y si eso sucede entre ellos, qué les puede esperar a los que no son de su mismo color, como lo que está ocurriendo con los diputados locales morenistas y su dirigencia estatal que encabeza Martín Chaparro, los cuales andan saboteando el paquete económico del gobierno estatal de Maru Campos, al señalar que afecta a la familias chihuahuenses con el tema del replaqueo, al señalar que la aprobación del mismo sucedió a través del “mayoriteo”. Pero a puñaladas iguales, llorar es cobardía, y a los morenos les encanta quejarse de lo que ella mismos hacen una y otra vez, o que acaso no se acuerdan las maneras en que aprueban el Presupuesto de Egresos de la Federación, siempre mayoriteando a la oposición, sin importar que el PEF está armado para comprar voluntades electorales y no para generar proyectos de inversión.
El caso es que fiel a su ADN, ahí andan los morenos de llorones buscando sabotear lo presupuestado por el Gobierno del Estado, en lugar de pedirles a los diputados federales de su partido que trabajen para allegarle recursos a Chihuahua, y no votar como borregos en lo que a recortes se refiere.
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A pesar de que está más que demostrado el daño provocado por el exgobernador Javier Corral al PAN, ni el dirigente nacional Marko Cortés, tampoco el líder estatal, Gabo Díaz, se atreven a formalizar una posible expulsión de Corral de las filas del panismo, es así que de los pocos que han alzado la voz para desterrar por completo a Javier Corral del partido azul es Mario Vázquez, coordinador de la bancada panista en el Congreso del Estado. Y es que un día sí y el otro también, surgen nuevas certezas de cómo don Javi saboteó al PAN en el pasado proceso electoral, empeñado en descarrilar a la hoy gobernadora Maru Campos y así dejarle el camino libre a Morena. Para su desgracia, los chihuahuenses no le creyeron sus patrañas.
Source: Columna