DESDE QUE SE supo del arresto de Cristopher James Barousse, exdirigente nacional de los jóvenes priistas y uno de los personajes más cercanos al exgobernador César Duarte durante su sexenio, no sólo más de 50 políticos pusieron sus barbas a remojar, como se lo explicamos en este mismo espacio desde la semana pasada, sino que varios de ellos, los que traen bastante cola que les pisen y cuyos nombres aparecen en los recibos de la mentada “nómina secreta”, se acercaron a la Fiscalía General del Estado para intentar apegarse a ciertos criterios de oportunidad, como el de testigos colaboradores, que tan buenos resultados les han dado a más de diez figuras cercanísimas a Duarte, mismos que se han salvado de pisar las celdas del CERESO de Aquiles Serdán, no porque sean unos angelitos, sino porque le jugaron al diablito soplón, es así que los chicos del fiscal César Peniche han tenido chamba en días recientes, analizando cada caso y determinar quién sí y quién no puede ser uno más de los testigos colaboradores que termine por hundir a los duartistas detenidos. Pues tal como advertimos desde semanas y días, van por más.
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CON ETIQUETAS DIRECTAS en sus redes sociales hacia @gobiernochihuahua y @chihuahua.municipio, los restauranteros de la capital iniciaron una campaña solicitando lo que el diputado Jorge Soto ha venido impulsando desde la tribuna del Congreso del Estado, pero de plano nadie quiere agarrar ese toro por los cuernos. Y es que hay una oleada para que los merenderos, fondas y restaurantes de cualquier tamaño, paguen sus respectivas rentas del inmueble que ocupan conforme a la semaforización sanitaria.
Dicen los restauranteros que cuando el semáforo está en verde es justo pagar el 100 por ciento de la renta, pues la oportunida de hacer negocio es esa misma. En rojo esperan que al verse limitados al cierre y a operar a un máximo del 20 por ciento, que en esa misma proporción sea el ajuste para el que renta. En naranja 50 por ciento y en amarillo 75.
El sector comercio dedicado a la venta de alimentos y bebidas se encuentra más allá que ahorcado. El Buen Fin lo están pasando más que amargo y, a no ser por unos pocos casos excepcionales de comida rápida que en verdad sí están haciendo su agosto en noviembre, la inmensa mayoría de merenderos se encuentran colapsados y con la nómina a punto de llevarlos al cierre definitivo.
Falta al menos una semana más de semáforo en rojo, previo al pago de aguinaldos y la forma de recuperarse no se vislumbra. La respuesta de parte del gobernador Javier Corral y de la alcaldesa Maru Campos, en el ámbito de sus facultades, los restauranteros la exigen como algo prioritario.
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CON TODO Y que ayer se discutió el dictamen para darle luz verde a la obligatoriedad del uso de cubrebocas, y que el secretario de Salud, Lalo Fernández y la subsecretaria de Salud, la doctora Mirna Beltrán, se reunieron con los diputados de la Comisión de Salud para resolverles dudas y demás cuestionamientos que harían, el fundamento legal para hacer obligatorio el uso de las mascarillas entre la población chihuahuense se quedó en receso, sin embargo, esas dudas intentarán que se resuelvan este día, sobre todo porque es un encargo que viene desde Palacio de Gobierno y del gobernador Javier Corral hacia el diputado panista Jesús Vázquez, presidente de dicha comisión, pero que no ha podido sacar avante ante la oposición sobre todo de Morena y sus aliados, ya que consideran que las multas son demasiado altas y recaudatorias, además de que supone exagerados los arrestos, por lo que el debate continuará a lo largo de hoy.
Los más enterados nos dicen que lo que pretenden los legisladores de oposición es que las multas se reduzcan de manera considerable, es decir, una cantidad meramente significativa y no los 4 mil pesos que se pretenden cuando se trate de una reincidencia por no usar el cubrebocas, además de que buscan cambiar las horas de cárcel por servicio comunitario, cuestiones que chance y sí se aceptan, con tal de que se apruebe cuanto antes la mentada Ley y pueda publicarse en el Periódico Oficial del Estado en pleno semáforo rojo.
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QUIEN DIRÍA QUE al partido que consideraban en coma, conectado a respiración artificial, hace apenas unos cuantos meses, el PRI, ya le volvió a salir otra “novia” en eso de la candidatura a gobernador, pues no sólo esa designación es rondada por su dirigente estatal, Omar Bazán, sino por los exalcaldes Héctor “Teto” Murguía y Alex Cano, o por el primavero Tony Meléndez y la Secretaria de Operación Política del Comité Ejecutivo Nacional, Chela Ortiz. Ahora también la que levantó la mano es la exsenador Lilia Merodio, quien se quedó con las ganas de ser designada candidata al Gobierno del Estado en 2016, cuando el exalcalde de Juárez, Enrique Serrano, fue el ungido por César Duarte y perdió estrepitosamente contra el ahora gobernador Javier Corral. Así que entre más pasan los meses y las inoperancia de Morena se hace cada vez más latente, el PRI respira, será por eso que algunos están regresando al barco.
Según nos cuentan los malosos, Merodio se encuentra prácticamente acampando en la Ciudad de México, donde espera obtener la nominación por un tema básicamente de género. Hay que decirlo así, pues la resolución del INE en cuanto a que por lo menos 7 candidaturas a gobernador de las 15 que estarán en juego en el 2021, deberán ser para mujeres en todos los partidos, fue una decisión que vino a favorecer por Decreto a varias figuras en Chihuahua como lo es la juarense.
Además, desde la perspectiva de la terapia intensiva en que se encuentra el PRI, a ese instituto político le urge que lo obliguen a tomar bocanadas de oxígeno por la fuerza, ya que si no se trata de perfiles como el de Tony Meléndez o el de la propia Merodio, nomás no se le mira por dónde pueda salir de la fosa a la familia revolucionaria.
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SI OTRA COSA no sucede, ya por fin hay fecha para que la nueva superdelegada de la autonombrada “Cuarta Transformación” se aparezca en Chihuahua, resulta que sería este fin de semana, a más tardar el lunes, cuando arribe al estado Bertha Alcalde Luján, suplente de Juan Carlos Loera en el puesto e hija de Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacional de Morena, y es que los malosos nos dicen que la mozuela se tardó porque tenía que hacer una entrega ordenada de su puesto en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, sobre todo después de que su exjefe, Alfonso Durazo, decidió dar un paso al costado para buscar la gubernatura del vecino estado de Sonora.
Source: Columna