Victimización electoral-¿Pipa de la paz?-Vuelta de hoja-¡Partidos fuera!

AUNQUE HUBIERA QUERIDO salir ayer a cuadro para anunciar una impugnación en contra del triunfo de Maru Campos como gobernadora, ni los números, ni las formas, mucho menos el fondo les dio a los morenos para siquiera cuajarlo. El voto habló en Chihuahua y les espetó que la mayoría de los chihuahuenses no quieren a su candidato ni tampoco sus modos, no tuvieron margen para judicializar el proceso, por más que ese era el plan si los números no les favorecían, y aunque no les favorecieron, Morena y Juan Carlos Loera no se esperaban una derrota tan estrepitosa, incluso estaban confiados en ganar, pero esa judicialización hubiera sido el plan B, además, también pusieron su fe en un supuesto rebase de gastos de topes de campaña por parte de la futura gobernadora, pero eso no es más que elucubraciones por las que apostarán, a pesar de que ya prácticamente nada pueden hacer por el triunfo de Maru que suponían lejano, ya que por más que ahora salgan a acusar hasta la “mafia del poder”, esperaban no llegaría esa victoria, sobre todo porque por más que lloriqueen, sabían que de su lado estaban los gobiernos federal y estatal… pero ni así les alcanzó.

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ES ASÍ QUE ayer, 19 horas después de la última vez que se presentó públicamente para anunciar que “ganó”, el morenista Juan Carlos Loera, fiel a las enseñanzas de su ídolo Andrés Manuel López Obrador, salió a culpar a todo el mundo de su derrota. Desde los órganos electorales, empresarios, medios de comunicación e incluso a los productores agrícolas que desde antes de que iniciara su campaña le advirtieron que no se parara por las ciudades y municipios de la cuenca del Conchos. A los árbitros de la contienda y a los empresarios los acusó de operar a favor de Maru Campos, a los medios de guerra sucia y a los agricultores de hostigamiento y amenazas, pero Loera, al igual que AMLO, su soberbia les impide mirarse al espejo y descubrir en ellos mismos el por qué miles, millones de ciudadanos, no congenian con su visión política y social. Loera aprendió así, que en Chihuahua son insuficientes las dádivas gubernamentales; se enteró que no todo Chihuahua es Ciudad Juárez, a pesar de suponer que con la fronteriza ciudad le alcanzaría para ser gobernador.

Además, solito se contradijo, al decir una y otra vez que había visitado todo el estado, ofreciendo la “transformación”, pero durante su campaña no se paró en Delicias, Camargo ni Ojinaga, mucho menos en el resto de municipios menos poblados que conforman la cuenca del Conchos. Ya después reconoció que no lo hizo porque recibió amenazas. ¿Y qué quería? ¿Abrazos? Después de haber insultado y dejado sin agua a la mayoría de los habitantes de esa región, pues aunque él tenga otros datos, es del campo y del agua de las presas de lo que viven casi todos en esas localidades. El colmo fue acusar que el PRI y el PAN están coludidos con el narcotráfico en la Sierra y que también eso le afectó, vaya, sólo le faltó culpar a Dios y señalarlo de formar parte de “los poderes fácticos” que se alinearon, todos, todos, con la próxima gobernadora. Porque la verdad de las cosas, aquí el único que traía todo el poder oficialista, desde la Federación y el Estado, era él, y sólo él.

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EN DONDE HUELE a pipa de la paz es entre el gobernador Javier Corral y la virtual gobernadora electa, Maru Campos. Esto a pesar de que Corral no se tentó el corazón y mucho menos le pasó por la mente detener la persecución que emprendió en contra de la entonces alcaldesa de la capital para descarrilarla en su carrera por la gubernatura. Primero, Maru salió ayer temprano a decir que no le interesa emprender persecución alguna, en referencia al que será su antecesor en la silla de Palacio. “Yo no puedo perder el tiempo en perseguir a nadie cuando hay necesidades tan urgentes”, declaró Maru, a sabiendas de que a Corral se le fue el quinquenio abrazando la venganza y olvidándose de gobernar Chihuahua.

Así que por lo pronto, el todavía gobernador deberá estar tranquilo, su sucesora no busca revanchas, será por eso que Corral salió a reconocer el triunfo de su odiada Maru, aunque eso sí, compungido, con visible gesto de preocupación, quizá no sorprendido por la victoria electoral, pero sí comprobando que arrieros somos, y en el camino andamos.

A Corral lo podrán acusar de mucho. Pero hábil es y sus más de 25 años de pluri lo han hecho un experto no solo en la tribuna legislativa, sino en los acuerdos y concertaciones… ahí es justo el campo de batalla donde sacrificará casi todo el discurso que lo acompañó al menos en los últimos 4 años y medio en contra de la Gobernadora Electa.

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A QUIEN SU ego no le permitió reconocer que aunque Morena y sus partidos satélites mantendrán mayoría en la Cámara de Diputados, los ciudadanos le enviaron un mensaje de aquí estamos y no permitiremos que destruyas México tan fácilmente, es a Andrés Manuel López Obrador, pues aunque se veía que hacía de tripas corazón durante su “mañanera”, en donde se dijo “feliz, feliz, feliz” por los resultados electorales, sus expresiones daban a entender otra cosa, a pesar de la actuación y de esconder el puño apretado. Y pues cómo no, ya que aunque insista que se trata de un triunfo para su “transformación”, los votantes de su “proyecto” se redujeron de 30 millones que tuvo en 2018, a unos 19 millones en este 2021, además de que la unión de la oposición, esa que hace tres años estaba “moralmente derrotada”, según sus propias palabras, ha resucitado, pues por más que el tabasqueño asegure que triunfó el domingo, el PRIANRD, su coco, es un bloque que él mismo, con sus acciones, su actitud belicosa y divisoria, resucitó y se convirtió en el bloque opositor que deberá, si es que buscan redimirse, detener las locuras de su majestad, el emperador de Macuspana.

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¿ALGUIEN YA LE dio una revisada de fondo a los números finales con los que cerró el PREP, de los cuales definirán quiénes se quedan con partido y quién no?

Vale la pena destacar que, con el cómputo del 96.0363% de las casillas en la elección de DIPUTADOS, la distribución de los porcentajes, sin que aún se quiten los votos nulos, los de candidatos no registrados, así como los de partidos que no lleguen en el primer rasero al 3 por ciento, quedan fuera de toda posibilidad los siguientes: PRD, PT, PANAL, Redes Sociales Progresistas y Fuerza Por México.

Luego, están los casos del PVEM y PES, quienes sin duda pelearán con uñas llegar al 3 por ciento, ya que al corteo ahorita andan, el PES con 2.5 por ciento el Verde con 2.7.

Está dificil. Pero todo indica que Chihuahua se quitará mucha rémora partidista que no tiene derecho de estar recibiendo financiamiento público.


Source: Columna