La secuela de Deadpool, que no hace mucho confirmó a su actor protagónico Ryan Reynolds para una secuela, ahora se quedó sin director, pues Tim Miller, quien además estaba a cargo del guión, confirmó su salida por supuestas “grandes diferencias creativas” con el protagonista y también productor de la película.
Según el sitio Deadline, Miller abandonó la realización de la segunda película sobre el más irreverente personaje de los X-Men y también del universo Marvel al no llegar a ningún acuerdo con Reynolds.
A pesar que el realizador aún no estaba confirmado formalmente, él y el actor ya se encontraban en pleno proceso de la escritura del guión, en donde se generaron algunos conflictos en torno a la línea narrativa de la cinta.
Miller quería una secuela más estilizada y basada en efectos especiales generados por computadoras, mediante su propio estudio de VFX que ya usó en la primera entrega de Deadpool; mientras que Reynolds apostaba por una cinta centrada en la comedia obscena que ya les funcionó y por la que consiguieron la calificación para adultos, siendo la película clasificación “R” más taquillera de la historia, recaudando la friolera de 780 millones de dólares a escala mundial.
Sin embargo Miller salió de forma amistosa del proyecto, razón por la cual la cadena a cargo de la cinta, 20th Century Fox, decidió otorgarle una nueva película: la adaptación de la novela de David Suarez, Influx.
La secuela presentará a dos personajes nuevos, Cable y Domino. El primero podría ser interpretado por Kyle Chandler (Bloodline y Friday Night Lights), mientras que para el segundo hay varios nombres en la lista, incluyendo a las actrices Mary Elizabeth Winstead y Lizzy Caplan.
Fuente: Excélsior