Doctor Strange: El encuentro del misticismo con el racionalismo

Uno de los puntos que toca el personaje del Doctor Strange, ya sea en cómic o en su más reciente película, es el encuentro entre las dos formas de pensar imperantes en la conciencia humana; el racionalismo y el misticismo. Ambos conceptos siempre enfrentados; pero que en la obra de Marvel encuentran un punto de diálogo.

En un inicio, Stephen Strange es un hombre de ciencia, un médico; lo cual lo alinea de manera inmediata a las leyes naturales, dejando de lado creencias más allá de los fenómenos físicos que puedan acontecer. Estos no tienen cabida, pues no explican la naturaleza de las cosas, además de ir en contra de un racionamiento intuitivo o deductivo, pilares fundacionales del método científico. El mundo está regido por ese estadio, todo tiene una explicación lógica, que tarde o temprano se descubrirá.

Esta forma de pensamiento comenzó a manejarse desde los albores de las sociedades clásicas, siendo los griegos uno de los primeros que trataron de explicar el mundo con argumentos racionales/analíticos, dejando de lado los mitos de la antiguedad. Sin embargo, es en el Renacimiento y siglos después, en la Ilustración donde se da el auge más fuerte del racionalismo, y donde toda la estela mítica/mágica comienza su decadencia; los descubrimientos científicos tiraban por la borda toda creencia establecida hasta ese momento. Principalmente la noción del hombre como el centro del universo.

Pero, como ya todos sabemos, Strange no se queda ahí, por ciertas cuestiones da cuenta de la plasticidad de lo que él llama realidad; de la existencia de un mundo más allá de la conciencia tradicional, el cual se le revela de manera abrupta y que no cualquiera puede acceder o entender. Estamos hablando de algo que rompe con toda lógica, cuya comprensión está más cercana a lo espiritual que a lo racional: el mundo místico.

Contrario a lo que pueda parecer, el misticismo (hablando en términos fuertes del concepto), no niega al racionalismo; por lo menos no el sentido explicativo del mundo. Afirma todos y cada uno de los fenómenos físicos; sin embargo, lo que intenta es ir más allá de estos, de dar con una dimensión diferente a los mismos. Para el místico, las leyes de la ciencia son apenas el primer reducto de todos los componentes de la realidad.

Para alcanzar el momento místico, se necesita entrar en un estado alterado de conciencia, lo cual nos permitirá ver a la existencia misma de manera clara y distinta. Strange lo alcanza después de varios años de meditación y entrenamiento tanto físico como mental. Curiosamente, esta es la razón por la que el personaje se volvió extremadamente popular entre los círculos hippies de los 70, su noción de una realidad allegada a lo espiritual sedujo a todas esas personas que estaban hartas de lo duro de la razón y su legislación, misma que en su interpretación, había deshumanizado a la población, instaurando un sistema mecanizado allegado a la automatización; dejando de lado el crecimiento vital.

De manera errónea se cree que optar por esta clase de “espiritualidad” uno niega totalmente la comprensión de la realidad en sí misma; que se entra a un lugar sin límites, falso. El mundo espiritual también tiene sus leyes naturales, lo único que se hace es entrar a una segunda naturaleza, pero eso no invalida los estatutos de la primera; sólo los transforma. En un primer momento se cree que se esta en una completa libertad, pues se rompe con lo previamente conocido; lamentablemente, al estar más en contacto con lo místico, uno da cuenta que es igual de rígido, sólo que en una vía distinta. Es cierto, la comprensión del mundo cambia, pero las formas fundacionales se mantienen, lo real y lo existente; lo único que cambia es el espejo con el que se mira, por decirlo de alguna manera.

Es por eso que decimos que el racionalismo y el misticismo no están del todo peleados; lo que acontece cuando se llega al mundo místico es que se comienza a comprender, lo cual no es otra cosa que racionalizar lo que se está experimentando, en otras palabras, es una nueva clase de racionalismo. Después de todo, lo que actualmente es llamado ciencia y razón, hace unos siglos era conocido como magia y misticismo.

Fuente: SDP Noticias