Para sorpresa de muchos, o quizás de nadie, la épica de ciencia ficción de Denis Villeneuve se convirtió en uno de los éxitos más significativos para la taquilla, en un año en el que la pandemia todavía hace las suyas para el negocio del cine. La demanda por Dune ha sido tan interesante que incluso ahora Warner Bros ha tomado la decisión (vía) de retornar la película a las pantallas IMAX de Estados Unidos.
Detrás de dicha decisión existen varios factores de interés. En primer lugar recordar que las ganancias obtenidas directamente de las pantallas IMAX representan el 13% de todos los ingresos internacionales y el 20% de aquellos contados sólo para Estados Unidos. Valores que no representan poca cosa y que seguramente serán decisivos para impulsar a la película de rebasar sin problemas los $100 millones de dólares en el mercado estadounidense. Actualmente Dune lleva un poco más de $98 acumulados.
Por otro lado, hace unos días se reportó que la película había sido removida del catálogo de HBO Max, a pesar de la promesa de un modelo en el que los filmes se estrenan en simultáneo a las salas de cine y sólo permanecen en la plataforma por un periodo de un mes. Desde luego hablamos de las formas en que funciona la distribución de Warner en los Estados Unidos, siendo que aquí a México la película todavía no hace su debut en la plataforma.
También habría que considerar que la ventana de exhibición de Dune en las pantallas IMAX fue extremadamente reducida, porque prácticamente a la siguiente semana el filme tuvo que ceder el espacio para la llegada de Eternals de Marvel. Se trata de otro filme que también demostró un buen desempeño en la taquilla, por lo que de compartir horarios ni hablar.
Pero quizás el factor más importante y en el que los cinéfilos tienen más interés, es el factor artístico. Sin lugar a dudas Dune fue probablemente el espectáculo audiovisual más impresionante del año. Cualquiera acostumbrado a las pantallas IMAX sabe de antemano que la experiencia de ver un filme de este tipo con aquel formato es algo importante e irrepetible.
Denis Villeneuve filmó desde un inicio su película con cámaras IMAX que permiten hasta un 26% más de imagen que el formato tradicional. La película intercambia su formato en ciertas escenas, pero son aquellas más espectaculares las que lucen mejor en la gran pantalla. Además el diseño sonoro de dichas salas es superior al de las salas tradicionales. Quienes alcanzaron a ver la película en dichas salas, saben que el ambiente sonoro creado por la música de Hans Zimmer, fue uno que aprovechó el potencial de IMAX al 100%.
Todos aquellos en Estados Unidos que vieron primero la película en HBO Max y se enamoraron del mundo creado por Frank Herbert, quizás ahora tengan en consideración regresar a las salas para ver el espectáculo en una sala de gran formato. De cualquier forma, todo esto. también será un empujón necesario para impulsar la campaña de la película de cara a las nominaciones de los Óscar.
Dune ya confirmó una secuela que comenzará a filmarse durante la mitad del 2022. Todo el equipo de la primera cinta volverá para completar la historia.
Por ahora el reestreno de Dune en IMAX sólo ha sido confirmado en Estados Unidos a partir del 3 de diciembre. Pero no olvidemos que así ocurrió primero con los retornos de El señor de los anillos y las películas de Christopher Nolan en dicho formato, y más tarde también llegaron a México.
Fuente: Cinepremiere
Source: Espectaculos