Wonder Woman es desde hoy embajadora de la ONU para el Empoderamiento de las Mujeres y Niñas, un título que ha situado a la heroína de los cómics en el centro de una polémica que divide a la organización internacional.
Para Naciones Unidas, el personaje es un símbolo ideal para hacer llegar a nuevas audiencias sus mensajes en favor de la igualdad. Pero numerosas personas dentro y fuera de la organización opinan exactamente lo contrario y se han movilizado para hacerse oír.
Wonder Woman es un icono. Desde su nacimiento hace 75 años ha sido conocida por su compromiso con la paz, la justicia y la igualdad”, defendió hoy la secretaria general adjunta de Comunicaciones e Información Pública de la ONU, la española Cristina Gallach, en el acto para presentar la campaña.
Mientras ella hablaba, unas decenas de funcionarios y diplomáticos -en su mayor parte mujeres- protestaban desde el público dándole la espalda y, en algunos casos, alzando un puño.
En la protesta participó la embajadora de Nicaragua ante la ONU, María Rubiales, que explicó a Efe que las mujeres de su país “no se sienten representadas por Wonder Woman’.
“Quisimos venir hoy aquí a demostrar que realmente nosotras no estamos a favor de esto. Hay miles, millones de mujeres en el mundo que pueden ser un ejemplo para todas”, defendió.
Antes, los contrarios al nombramiento se habían concentrado en los pasillos de la sede de la ONU con carteles en los que podían leerse lemas como “No a Wonder Woman, “Las mujeres merecen una embajadora real” o “No soy una mascota”.
Según sus impulsores, aunque originalmente Wonder Woman podía tener un mensaje feminista, “la versión actual del personaje es una mujer blanca de proporciones imposibles, grandes pechos, ligera de ropa”.
“Es alarmante que Naciones Unidas considere usar un personaje con una imagen abiertamente sexualizada en un momento en que los titulares en EU y el mundo señalan la cosificación de las mujeres y niñas”, apuntan.
Para muchos, el momento tampoco ha sido el más adecuado, justo después de que nuevamente la ONU haya elegido a un hombre, António Guterres, como próximo secretario general.
WomanSG, una campaña que defendió muy activamente durante los últimos meses la selección de una mujer para el puesto, también ha pedido dar marcha atrás al nombramiento de Wonder Woman y sustituirla por una mujer real.
“WomanSG está extremadamente decepcionada por que la ONU haya decidido usar a una versión musculada de la muñeca Barbie como símbolo para representar globalmente la igualdad de género”, señaló en un comunicado.
Mientras tanto, Gallach insistió hoy en que Wonder Woman ayudará “a alcanzar a nuevas audiencias con mensajes esenciales sobre el empoderamiento y la igualdad” y defendió este tipo de trabajo con socios nuevos y poco convencionales.
La responsable dijo a los periodistas que la ONU es consciente de las preocupaciones que ha generado la decisión y aseguró que se ha reunido con algunos de los críticos para abordarlas.
Con respecto a la apariencia de Wonder Woman, Gallach consideró que lo “importante son los valores y la sustancia que representa”.
Por su parte, el portavoz de la organización, Stéphane Dujarric, recordó que la ONU tiene también a muchas mujeres reales como embajadoras honoríficas.
Entre otras personalidades, Naciones Unidas colabora en asuntos de género con la reina Matilde de Bélgica, las activistas Graça Machel y Alaa Murabit y las actrices Emma Watson y Charlize Theron.
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