“Gracias por reconocer mi capacidad para ejercer mi carrera durante 34 años, a pesar del sexismo descarado, la intimidación constante y el abuso implacable”. Así agradeció Madonna el reconocimiento otorgado por la publicación, una introducción que dejaba entrever el carácter de su discurso. La cantante comenzó explicando lo difícil que había sido para ella comenzar en la música siendo una mujer joven. “Cuando llegué a Nueva York en 1979 era una adolescente y la ciudad daba mucho miedo. En mi primer año me encañonaron con una pistola y me pusieron una navaja en el cuello para violarme en la azotea de mi casa”, explicó, según Enfemenino.
A aquel ataque le sucederían después varios robos en su casa y las muertes de amigos cercanos a consecuencia del sida, las drogas y lo tiroteos, como ella misma contó. Sucesos que, admite, le han servido para fortalecer su carácter. “¿Qué puedo decir acerca de ser una mujer?”, se preguntó sobre el escenario. “No hay reglas, es cierto, pero solo si eres un chico. Si eres una chica, tienes que jugar al juego. ¿Qué juego? El que dicta que puedes ser bella, adorable y sexy. Pero no inteligente”.
Madonna explicó sin pelos en la lengua cómo se ha sentido en ciertos momentos de su vida y definió lo que para ella es ser mujer y todos los hándicaps que conlleva a veces: “Puedes permitir que los hombres te traten como a un objeto y puedes vestirte como una prostituta, pero tú no eres la dueña de tus deseos. Jamás, y repito, jamás compartas tus fantasías sexuales con el mundo. (…) Tampoco te hagas mayor. Cumplir años es un pecado. Serás criticada, serás despreciada y, definitivamente, no pondrán tus canciones en la radio”.
La cantante afirmó que el trato que ha recibido por ser mujer en una profesión como la suya no ha tenido nada que ver con el que se ha dado a los hombres: “Años más tarde, ya divorciada y soltera lancé mi disco Erotica y publiqué el libro Sex. Recuerdo que estaba en todas las portadas de las revistas, pero lo que leía sobre mi era dañino. Fui llamada puta y bruja. Un titular me comparaba con Satán. Yo me decía: Espera un minuto. ¿Acaso no es Prince el que va meneando su culo por ahí llevando pintalabios y medias de rejilla? Sí, era él. Pero él era un hombre. Esta fue la primera vez que entendí verdaderamente que las mujeres no tenemos derecho a la misma libertad que los hombres”.
Si por algo es conocida la intérprete de Like a virgin es por sus declaraciones polémicas, sus posados excéntricos y sus letras controvertidas, lo que le ha valido numerosas críticas, algunas de ellas procedentes de otras mujeres. Como Camille Paglia, la escritora feminista que acusó a la cantante de “convertir el cuerpo de las mujeres en un objeto”.
“Ah, claro, pensé, si eres feminista no tienes sexualidad: la niegas. Así que me dije: A la mierda. Yo soy un tipo diferente de feminista. Soy una mala feminista. La gente dice que soy polémica, pero creo que lo más polémico que he hecho es seguir aquí. Michael Jackson se ha ido. Tupac se ha ido. Prince se ha ido. Whitney Houston se ha ido… Pero yo todavía estoy aquí. Soy afortunada y cada día doy las gracias por ello”.
Para concluir, Madonna lanzó un mensaje a todas las mujeres: “Tenemos que empezar a apreciarnos a nosotras mismas. A aliarnos con otras mujeres fuertes y buscar mujeres de las que aprender, con las que colaborar, de las que inspirarnos e iluminarnos. La solidaridad verdadera entre mujeres es un poder en sí mismo”.