Hollywood tropezó este verano con una serie de relanzamientos sin pies ni cabeza, secuelas abocadas al fracaso y remakes cuestionables.
Los fracasos de Ben-Hur, Independence Day: Resurgence y Teenage Mutant Ninja Turtles: Out of the Shadows no fueron exactamente sorpresivos para la mayoría. El tema fue que las grandes películas no cumplieron las expectativas de los cinéfilos y la crítica.
Suicide Squad es una de las más taquilleras del verano, con una recaudación global de 577,6 millones de dólares, pero tanto esta cinta como la película previa de Warner Bros.-DC Comics, Batman vs Superman: Dawn of Justice, pudieron haber generado más, de haber sido mejores y gustado más al público.
Aun así, Warner Bros., que ha prometido seguir mejorando sus películas de superhéroes de DC, pudo celebrar un repunte de 39 por ciento frente al verano de 2015, con éxitos como la comedia Central Intelligence y el thriller de bajo presupuesto Lights Out.
Todo se reduce a contenido y a hacer las mejores películas que uno pueda. Eso es verdad en cualquier periodo de tiempo, dijo Jeff Goldstein, jefe de distribución de Warner Bros. “La generación del baby boom claramente está yendo al cine; el público que es un poco más difícil de atraer es el de los millennials. Uno tiene que inventar algo que ellos quieran ver y hacer que sea genial y diferente”.
Uno de los fracasos más grandes provino del cineasta más rentable de Hollywood. The BFG, de Steven Spielberg parecía tener la combinación infalible de director y material, pero el estreno de Disney no ha recaudado mucho más de su presupuesto de 140 millones de dólares, a escala mundial.
Alice Through the Looking Glass, que se estrenó precisamente en momentos en que su astro Johnny Depp fue denunciado por violencia doméstica, tuvo una de las mayores caídas con respecto a su antecesora, al facturar 740 millones de dólares menos que la cinta original de 2010.
Y sin embargo la taquilla estadunidense, según comScore, está casi igual que la del verano pasado. La industria pronostica alrededor de 4 mil 400 millones de dólares en boletería, con lo que esta sería una de las temporadas más exitosas en términos monetarios. En lo que va del 2016, está superando a la del año pasado, pese a los baches en el camino.
Algunas cifras récord
Aun ante los resultados mixtos de prácticamente todos los estudios, seguimos viendo algunas cifras récord, dijo Dave Hollis, jefe de distribución de Disney.
Los números en general ocultan las pérdidas para muchas películas y varios estudios. Mientras el negocio está boyante en Disney, gracias a cintas como Finding Dory y Captain America: Civil War, Paramount y Sony no pueden decir lo mismo. Los tres filmes más lucrativos del verano –Dory, Civil War y The Secret Life of Pets de Universal– representan más de 25 por ciento de la taquilla. De las 14 secuelas estrenadas este verano (cuatro más que el año pasado), sólo tres superaron a sus predecesoras.
A pocas películas en Estados Unidos les fue tan mal como a la adaptación del videojuego Warcraft, cuyo costo fue 160 millones de dólares, pero ese filme hizo cantidad de dinero en China.
La muy criticada versión femenina de Ghostbusters fue calificada por Sony Pictures de éxito, aun cuando su pobre desempeño destruyó cualquier esperanza de nuevas secuelas con el elenco y el director Paul Feig. Antes de que Star Trek Beyond tuviera su pobre estreno, Paramount anunció planes de una cuarta película de Star Trek. ¿Ilusión o estrategia de marketing?
Otras decepciones ofrecen mayor claridad. El deprimente estreno la semana pasada de la cinta de gran presupuesto Ben-Hur habría costado a Paramount 100 millones de dólares y podría señalar el fin de la resurrección de las épicas bíblicas. La franquicia de 20 años Independence Day, de igual modo, probablemente no vuelva a surgir.
“Hollywood debe encontrar el equilibrio entre ‘¿qué le interesa realmente a la gente?’ y ‘queremos hacer una secuela de esto porque la primera dio dinero”’, dijo Bock.
La tentación de los ejecutivos de aprobar rápidamente una secuela es fácil de entender: éstos siguen siendo de lejos los estrenos más lucrativos. Once de las 13 películas más exitosas de este verano (todas menos The Secret Life of Pets y Central Intelligence) se basan en propiedades previamente existentes.
La calidad ha emergido como ingrediente vital para el público que enfrenta boletos cada vez más caros y mayores opciones de entretenimiento en casa. No es coincidencia que el mayor éxito de este verano, Finding Dory, provenga del estudio de animación Pixar, el más respetado en su oficio.
La mayor lección del verano es: traten de mantener un nivel de calidad y no asuman que sólo porque algo tiene una marca va a ser automáticamente un éxito, dijo Paul Dergarabedian, analista de medios sénior para comScore.”
Fuente: La Jornada