A los 68 años, termina la Preparatoria Abierta

Noticias de Chihuahua.-

Se describe a ella misma como una mujer activa a la que siempre le gusta estar ocupada, y sin duda, la interesante historia de María Magdalena Salcido Ponce lo confirma. Nacida el 15 de agosto de 1947 en Valle de Zaragoza, María Magdalena se trasladó a la edad de 18 años a la Ciudad de México, luego de contraer matrimonio con un empleado de la Comisión Federal de Electricidad. “Cuando yo me casé” – explica – “yo estaba estudiando enfermería, no terminé, fueron pasando los años y lo fui dejando”.

Magdalena siempre tuvo deseos de concluir sus estudios de enfermería, pero por atender a su familia no pudo hacerlo. Pasado el tiempo, una vez que sus hijos crecieron ella sintió la inquietud de alcanzar esa meta que había dejado de lado tiempo atrás. Sus hijos; dos mujeres que actualmente tienen 45 y 31 años respectivamente y un varón de 42 años, tenían prácticamente su vida hecha por lo que ella se trasladó de regreso a la tierra que la vio nacer.

Una vez de vuelta en Valle de Zaragoza además de ayudar a su hermano a atender una huerta nogalera, María Magdalena buscó la forma de retomar sus estudios de enfermería, sin embargo no podía hacerlo porque requería el bachillerato para poder inscribirse. “Hace cincuenta años, no necesitábamos prepa. Se estudiaba saliendo de la secundaria”. De esta manera, en el 2013 Magdalena tomó una decisión que le permitió avanzar en el camino a lograr su meta: estudiar la Preparatoria Abierta.

“Aquí (en Valle de Zaragoza) empezamos a estudiar, hice algunos exámenes. Luego hice otros en Parral”, – apunta Magdalena – “finalmente pudimos seguir presentando hasta que acabamos.”

María Magdalena optó por cursar el bachillerato en esta modalidad educativa porque se adaptaba a sus necesidades, ya que ella además de ayudar a su hermano con su negocio trabaja como auxiliar de enfermera en el Centro de Atención para la Salud de Valle de Zaragoza. Estudiar en Preparatoria Abierta le permitió continuar por el camino para alcanzar su objetivo sin dejar sus actividades cotidianas, pues al no tener que acudir a clases ella podía administrar su tiempo libre para revisar el contenido de cada módulo a su propio ritmo de avance y posibilidades de aprendizaje.

Ahora que ya ha terminado su educación media superior, esta activa mujer no quiere detenerse, pues además de que se encuentra estudiando enfermería en la escuela Pablo Meouchi de la ciudad de Parral, ya comenzó a cursar la Licenciatura en Trabajo Social en el Sistema Universidad Abierta y Educación a Distancia dependiente de la UNAM: “vamos a tener un semestre cero, para saber si realmente queremos seguirle”, puntualizó.

María Magdalena manifiesta con seguridad que la mayor satisfacción que ha tenido en todo este proceso es que aún a sus 68 años, ella ha podido alcanzar las metas que se ha propuesto: “Si uno se traza una meta, hay que echarle ganas, porque el querer para mí es poder.”

Esta valiente guerrera brinda un consejo a todos los jóvenes que aún, no se han decidido a continuar con su formación académica: “Ahorita, hay muchas oportunidades para los jóvenes. El que quiera estudiar lo va a lograr”, – afirma – “yo me voy a recibir de 70 años, pero aun así yo me siento activa y siento que puedo. Servir es mi vocación, voy a dar lo mejor de mí misma para poder servir a las personas.”

María Magdalena Salcido Ponce, una mujer que demuestra que cuando el deseo por alcanzar una meta es firme, no hay impedimento que sea lo suficientemente fuerte para truncar el camino. A sus 68 años, Magdalena demuestra que nunca es tarde para alcanzar la superación.