La protesta que comenzó desde las 10 de la mañana por parte de taxistas de la ciudad en contra de Uber, se extendió hasta pasado el mediodía y por tanto optaron por cerrar la circulación en las calles 11 y Aldama.
El grupo de taxistas se dividió entre los que acudieron a Congreso del Estado para exigir a los diputados locales que no legislen a favor de Uber, mientras que los demás se quedaron en los alrededores de Palacio de Gobierno para cerrar las calles aledañas.
Joel Gallegos, director de Gobierno y Transporte, acudió a atender las quejas de los taxistas y acordaron una reunión el próximo lunes a las 10 de la mañana, por lo que desbloquearon las calles.
Durante la mañana, Jaime Sánchez Calderón, secretario de la CROC, indicó que esta marcha es una respuesta a la negativa del Gobierno del Estado de tomar acciones en contra de los dos mil vehículos irregulares que prestan servicio de taxi en la capital, los cuales, aseguró, han afectado a las familias de los trabajadores del volante y ponen en riesgo la seguridad de los usuarios.
El líder de los taxistas refirió que en contraposición a esta realidad, el Estado ha entregado sólo 430 concesiones en 27 años, lo que ha fomentado que esta situación empeore y que empresas como Uber, que opera desde el 24 de junio, aprovechen para ofrecer servicios fuera del marco legal vigente.