El diputado federal, Alejandro Domínguez Domínguez, descartó que haya falta de disposición o resentimiento alguno ante el gobernador electo de Chihuahua, Javier Corral Jurado, quien señalara que los legisladores priístas del Congreso de la Unión no han tenido acercamiento con su equipo, y aseguró que el panista no debe caer en paranoias pues “no es la última Coca-Cola del desierto”.
En este tenor, el congresista aclaró que ni Corral ni su equipo de transición se han acercado a la fracción parlamentaria del PRI, al tiempo que señaló que si los diputados dan prioridad a unos temas sobre otros, es por que se guían por una agenda de carácter nacional que debe ajustarse a las necesidades que presente el país en determiando momento yq ue deben ser atendidas con premura.
Añadió que de ninguna manera existe un enojo del presidente Enrique Peña Nieto en contra de Chihuahua, como también lo apuntara el gobernador electo, ya que, de ser así, el estado no se hubiera visto beneficiado con diversas acciones impulsadas por la federación, la cual se ha mostrado solidaria en todo momento a la necesidades de los chihuahuenses a lo largo de los años.
“Es un cambio de agenda, que tampoco puede haber paranoia, ni tampoco puede haber una acción de parte de quien tiene la constancia de gobernador electo de sentirse perseguido reitero con todo respeto que me merece, no es la última Coca-Cola en el desierto, es una agenda nacional que se tiene que cuidar y que obedece a intereses de carácter nacional, no es ni la Coca-Cola normal ni la Coca-Cola Light más importante que exista en el desierto de Chihuahua hay temas nacionales que se tiene que atender y una agenda de un actor público a nivel nacional es cambiante y es variante”.