Dentro de la cultura indígena –preponderamente entre los tarahumaras- , las personas acostumbran cambiarse el nombre y/o los apellidos en función del lugar en donde viven; esto aunado a que el nombre de “bautizo” no siempre coincide con el nombre que le otorga el padrino, a la vez que estos dos pueden no coincidir con el que se declara para el Acta de Nacimiento.
Este uso y costumbre ha dificultado el proceso de generación de registros oficiales de nacimiento y otorgamiento de identidad, sin embargo los avances en la materia son relevantes, pues la cantidad de personas pertenecientes a este sector a quienes se les ha hecho su trámite de registro desde enero de 2011 a la fecha suman más de 22 mil personas habitantes de 22 municipios con población indígena, según datos oficiales de la Dirección del Registro Civil del Estado de Chihuahua.
De acuerdo a los censos realizados por la delegación estatal de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), aún existen a la fecha cerca de 2 mil indígenas pertenecientes a diversas etnias que no cuentan con un registro de su nacimiento, lo cual significa que carecen de identidad legal.
A decir del titular de la Oficialía Itinerante de la Dirección del Registro Civil, Ezequiel Morales Castillo, la tarea de trabajar en la identificación de las personas de origen indígena ha sido un gran reto. “Trabajamos en estrecha coordinación con los Gobernadores Indígenas, ellos han sido grandes aliados para alcanzar esta cantidad de registros en tan poco tiempo, lo cual es muy relevante ya que estas personas carecían de identidad legal”, señaló el funcionario.
La Oficialía Itinerante recorre los municipios con población indígena, llegando hasta las comunidades más remotas para brindar el servicio de Registro. Hace 5 años, explica el responsable de dicha Oficialía, el reto era revisar que las personas (sobre todo adultos mayores) no estuvieran ya registrados, pues muchos de ellos se registraban varias veces con nombres distintos.
“Teníamos que explicarles a los adultos mayores que solo debían registrarse una vez y con un nombre definitivo el cual ya no debían cambiar. Además había que revisar minuciosamente que no estuvieran ya dados de alta”, dijo como parte de las complicaciones de la tarea, que se suma a las dificultades que atraviesa la Oficialía Itinerante para llegar a localidades remotas, a las que se hacen inclusive días para llegar.
Es así como desde 2011, la Dirección del Registro Civil ha redoblado esfuerzos para brindarle a este sector poblacional el derecho humano y constitucional básico que es la identidad; en este sentido, al cierre de marzo de 2016 se habían contabilizado un total de 22 mil 249 personas pertenecientes a alguna etnia (tarahumara, tepehuán, guarojío o pima) que han sido registrados debidamente.
Es importante mencionar que al cierre de cada año a partir de 2012, la cantidad de registros va a la baja: 6 mil 085 en 2012; 3 mil 978 en 2013; 3 mil 490 en 2014 y 2 mil 511 en 2015. Lo anterior debido a que ha logrado abatir la cantidad de subregistro existente.
Cabe destacar que para el 2016 se proyecta el registro de 2000 indígenas (los estimados por CDI, de acuerdo a información proporcionada por sus Consejeros Indígenas), de los cuales ya se lleva un avance de 601 registros en 2016.