Cuídese del sol, causa lunares y manchas en la piel

Noticias de Chihuahua.-

La exposición prolongada al sol puede generar, entre otras cosas, la aparición de manchas y lunares, principalmente en manos, brazos, cara y cuello; lo cual puede ser indicador de alguna anormalidad en el crecimiento de las células de la piel.

Así lo advirtió Cuauhtémoc Herrera Gómez, dermatólogo adscrito al Hospital General Regional No.1, Morelos, de la Delegación estatal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Chihuahua.

El especialista destacó que es en verano cuando se incrementa la radiación solar, cuyos rayos UVB y UVA dañan el ADN de las células, generando malformaciones en la piel, por lo que recomendó extremar precauciones.

Asimismo, explicó que las manchas son el resultado de la diferente distribución de la melanina y las células que la producen, entendiendo por ésta el pigmento que nos permite protegernos de los rayos solares.

Indicó además que existen diferentes tipos, siendo las más comunes las siguientes:

– Efélides o pecas: son acumulaciones de pigmento de coloración parduzca, en su mayoría redondas y no uniformes que se localizan más frecuentemente en zonas fotoexpuestas como cara cuello y brazos. Se presentan con mayor frecuencia en personas de piel blanca.

– Nevus o lunares: son acumulaciones de mayor número de melanocitos que afectan las diferentes estructuras de la piel, por lo que se tienen diferentes tipos en función de sus características.

– Melanoma: es un tumor maligno de la piel que puede confundirse con un lunar. Tiene aspecto de mancha pigmentada, de crecimiento asimétrico, de bordes imprecisos-irregulares y coloración intensamente pigmentada con zonas que lo están menos o incluso con tonalidades azuladas. Tiene un crecimiento progresivo.

– Léntigos simples y solares: se trata de pequeñas manchas de coloración parduzca que aparecen en cualquier zona del cuerpo y que a diferencia de las pecas no cambian de color con la exposición solar.

– Melasma: manchas de color marrón claro o intenso que aparecen casi exclusivamente en mujeres y que se producen o agravan en el embarazo (cloasma), la toma de anticonceptivos o la menopausia. Suelen aparecer en cara, frente, mejillas y generalmente a partir de los 30 años.

Finalmente, el doctor Herrera Gómez recomendó a la población derechohabiente del IMSS acudir a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) de su adscripción en caso de notar cambios repentinos en la piel.