La diputada diputada del PRD Hortensia Aragón en días pasados aludió a la importancia de reconocer los movimientos sociales ocurridos en Chihuahua, entre ellos los mártires caidos en Madera de 1965 y este día con el apoyo del PAN se propuso resaltar con orgullo su entrega y patriotismo de quienes participaron en esta movilización social por un México moderno.
El pasado 23 de septiembre de 2004 se cumplieron 39 años de aquella mañana en que, al despuntar el alba, el núcleo militar del Grupo Popular Guerrillero intentó tomar por asalto el Cuartel de Ciudad Madera, Chihuahua. Ocho jóvenes rebeldes murieren en el intento, entre ellos, los principales dirigentes, en respuesta al rezago agrario y el enorme latifundismo ganadero, principalmente en la zona serrana de un régimen político autoritario y represivo, profundamente antipopular y anticomunista.
Señaló que a mediados de los años cincuenta, en el estado se había consolidado una poderosa casta de caciques que mantenía asolada a la población campesina, indígena y obrera. Gracias a las fabulosas ganancias obtenidas de la exportación ganadera a los Estados Unidos, los grandes agricultores y ganaderos fortalecieron su economía, de tal manera que la ley y el poder, la política y hasta la religión estuvieron a su servicio.
La lucha agraria más importante de Chihuahua fue protagonizada, durante casi veinte años, por campesinos de la zona nororiental que pugnaban por el fraccionamiento del latifundio La Babícora, propiedad de la familia Hearst, que en los años treinta del siglo XX llegó a cubrir casi la tercera parte del estado.
Ante ello propuso que se escriba con letras de oro en el muro de honor del Congreso del Estado “Mártires de Madera 1965”, para honrar a Arturo Gámiz García, Salvador Gaytán, Emilio Gámez, Oscar Sandoval, Miguel Quiñonez, Rafael Martínez, a quienes el coordinador del PAN, César Jáuregui les debe Chihuahua una reibindicación histórica.