A nivel nacional, la siembra del frijol ocupa el segundo lugar en cuanto a la superficie cultivada anualmente, y se calcula, que de más de 2 millones de hectáreas, el 87 por ciento es de temporal, según indica el Senador David Monreal.
Son cinco las entidades federativas: Zacatecas, Sinaloa, Durango, Nayarit y Chihuahua, que concentran el 63.5 por ciento de la superficie sembrada, y alcanzando una producción del 65.3 por ciento de frijol.
Por tal motivo es necesario conocer, que si el precio para sembrar y cosechar el frijol, el costo de producción oscila entre 8 y 10 pesos por kilogramo.
¿Cómo es posible que Aserca, para este año les ofrezca a los productores de frijol un precio de piso de 8 pesos por kilogramo? Esto, sin lugar a dudas, es una burla para los productores y desincentiva a los campesinos a seguir trabajando sus tierras.
Por su parte, la Confederación Nacional Campesina, ha manifestado su descontento por los millones de campesinos que dependen del maíz, y más del 50 por ciento de la población rural se dedican a la siembra para el autoconsumo y el abasto de mercados locales y regionales, situación en la que se ven, debido a que no reciben el pago justo.
Además, no se puede dejar de lado costos tan elevados que han sido originados por la propia política agropecuaria del gobierno federal, y de los altos precios de los insumos como el diesel, la gasolina y los impuestos como el IVA al pago de refracciones y otros insumos, malestares que lesionan severamente a los productores.
Es obvio que los productores rurales salen adelante, más por su mérito propio y el amor a la tierra, que con la mínima, o en muchos casos, ningún tipo de apoyo por parte del gobierno, muestra de ello está en las asociaciones locales, ganaderas de nuestro estado, el de Zacatecas, la que se dedica a la producción de leche, de carne y sus derivados.
Sin embargo, durante los últimos meses, el panorama económico para ellos ha sido complicado, y el gobierno no da muestra de apoyo alguno. Es necesario, entonces, cambiar la forma en que realizan las políticas públicas en las que se otorgue a los productores agrícolas rurales un verdadero apoyo, pues debemos recordar que ellos son los que realmente hacen prosperar la tierra con la que cuenta México, pues, el sembrarlas es todo un arte que requiere años de experiencia.