El mal urbanismo sí es factor para la violencia, afirma CCSJ

Noticias de Chihuahua.-

En base a la premisa en la que la forma del urbanismo en Chihuahua ha generado exclusión y marginación, el arquitecto Oscar Chávez, cofundador dedddddddddd Urbánika, ofrece una perspectiva sobre otro factor responsable de casos como el de Christoper Raymundo: el urbanismo inconsciente.

Dicho urbanismo inconsiciente es explicado por el especialista, señalando que derivado de un boom inmobiliario la vivienda se comenzó a construir en terrenos alejados debido al bajo valor económico, construyendo viviendas alejadas de centros laborales, educativos y de esparcimiento, provocando así la marginación y la exclusión.

Leticia Salinas Aguirre, directora del Consejo Ciudadano de Seguridaad y Justicia, detalló que en la asociacion ya han detectado a los desarrollos urbanos como factor en la generación de personas violentas o que pueden cometer un ilícito, debido a la marginación, tanto social y económica, en la que viven.

Explicó que este planteamiento ha llegado a las autoridades municipales, donde se han planteado diversas estrategias pero actualmente solo en una regeneración de vivienda en el centro, pero también regenerar espacios que pueden ser utilizados para manejar incluir a aquellas personas que están siendo excluidas de lo que es la ciudad y la relación que se tiene entre sus elementos.

En relación a este mismo tema y en opinión del especialista detalla que se ha prestado poca atención a las implicaciones que tiene el desarrollo de la ciudad sobre las dinámicas sociales, citando al urbanista Camilo Sitte en relación a los elementos inseparables de la forma urbana y el orden social.

Propone que la única estrategia de intervención que puede dar resultados es la que comprenda fenómenos urbanos, explicando que lo sucedido a Christopher reúne problemáticas familiares, sociales pero también relacionados con la “planeación permisiva”.

El término “planeación permisiva” (de otro autor) es cambiado por Oscar Chávez como “urbanismo inconsciente”, en el cual se refleja los problemas generados por la construcción de colonias o ciudades que no antienden todos los aspectos para que un ciudadano se incluya.

“Seamos conscientes de las formas de la ciudad. De cómo se materializan en el territorio. Esto está íntimamente relacionado con los —a veces, desgarradores— procesos sociales. Pensemos la ciudad como el escenario de lo social. Uno que evite la exclusión y marginalidad”, concluye.