El presidente francés, Emmanuel Macron, está a las puertas de obtener una aplastante mayoría en la Cámara baja en la segunda vuelta de las legislativas de hoy, que se han desarrollado en medio de una indiferencia generalizada patente en los bajos índices de participación.
Si las encuestas aciertan, La República en Marcha, el partido del presidente Macron, tendrá el mayor número de diputados de la V República y uno de los mayores porcentajes de escaños de la historia del país.
Los sondeos le otorgan entre 400 y 460 de los 577 diputados que componen la Asamblea Nacional, lo que supone más de 70% de los asientos, una cifra sólo superada por un Presidente, Charles de Gaulle en 1968, que logró 81% de los escaños en una Cámara que contenía menos parlamentarios.
La derecha logró superar esa cifra en 1993, cuando consiguió 79% de los escaños, pero lo hizo con un presidente socialista en el Elíseo, François Mitterrand.
Éste, tras su victoria en las presidenciales de 1981, había logrado 68% de los escaños en la Asamblea, un porcentaje que, desde entonces, sólo el conservador Jacques Chirac igualó tras su triunfo en 2002 frente al ultraderechista Jean-Marie Le Pen.
Macron se apresta, pues, a construir una mayoría
inédita en los últimos tiempos y concentrar así todos los poderes, a lo que asumirá una oposición dividida y debilitada.
Los llamados de conservadores, socialistas, izquierdistas y ultraderechistas a la movilización para limitar los poderes del Presidente no parecen estar encontrando eco en una sociedad que, tras haber seguido con mucha atención las presidenciales de abril-mayo, ha pasado página.
Si en la primera vuelta de la semana pasada menos de la mitad de los electores acudieron a las urnas, los simpatizantes de candidatos no clasificados para la segunda vuelta pueden optar por quedarse en casa en la segunda, según el director del instituto demoscópico Kantar Sofres, Emmanuel Rivière.
Fuente: Excélsior
Source: Mundo