Las leyes de Mexicali en Baja California y el estado de Sonora obligan a que comercios con supericie de más de mil 100 metros cuadrados y edificios de tres pisos o más, sobre todo en edificios de salud y asistenciales, tengan un sistema integral de rociadores para atender incendios y mitigar con esto los riesgos de pérdidas humanas.
La Asociación Mexicana de Rociadores Automáticos Contra Incendios (AMRACI) ha señalado que en el municipio de Chihuahua se dejó de lado la obligación a las empresas de mantener sistemas de prevención, dejando un hueco en la legislatura que regula eventos de Protección Civil.
Señalaron un gran avance de las leyes estatales de Chihuahua en relación a la prevención en tema de espectáculos masivos, sin embargo al momento de trabajar en este enfoque se dejó de lado la obligación a las empresas y los negocios para la instalación de sistemas preventivos.
Para comprender la importancia de los sistemas de rociadores, la Asociación realizó un simulacro de incendio en donde se colocaron dos habitaciones simuladas, una equipada con un sistema integral de protección contra incendio y la otra sin equipamiento.
Ambas habitaciones presentaron incendios simultáneos, donde se ocuparon por una persona con problemas de movilidad. Cuando el humo subió al techo, los detectores contra incendio se activaron y comenzaron a apagar el fuego, mientras que en otra habitación se procedió a que las brigadas contra incendio entraran en acción.
En la habitación con sistema se logró abatir los riesgos, mientras que el otro escenario resultó totalmente afectado.