A un fin de semana de que termine su mandato, el gobernador César Duarte Jaquéz, señaló que ha sido un privilegio servir a Chihuahua, así como un reto enorme el haber ostentado este cargo, sobre todo por las circunstancias de inseguridad en las que tomó al estado hace seis años, pero que con el esfuerzo de todos los chihuahuenses lograron salir adelante.
Duarte Jáquez comentó que este sexenio dejará huella como el que logró recuperar la seguridad y la tranquilidad, así como en el que se consolidaron las instituciones del estado para hacer frente a los desafíos venideros.
El jefe del ejecutivo reconoció que aún quedan cosas por hacer, no obstante no dejó de mencionar los aspectos que significaron un avances, como lo fueron la generación de empleos, el creciente desarrollo económico y la expansión en la cobertura educativa y de salud.
Por otra parte, el gobernador agradeció que llegara el final de su administración, ya que ahora podrá dedicarse a tender sus problemas de salud en compañía de su esposa, con quien vivirá en Parral.
“Gracias a dios ya es el último fin de semana como gobernador, ha sido un privilegio servirle a Chihuahua, ha sido un reto enorme, sin duda el más intenso y el más alto, primero por el cargo, y también la más enorme responsabilidad, Chihuahua está hoy en términos de normalidad, Chihuahua está en creciente desarrollo económico, hemos rebasado ya el límite histórico de 200 mil empleos en este sexenio, la oferta educativa amplia y de calidad, la oferta de salud igual, creo que la suma del esfuerzo de todos los chihuahuenses ha sido intenso”.