México como productor de minerales cayó al tercer lugar, a nivel latinoamérica, por el desplome de precios de metales, así como por los requerimientos fiscales que emergieron de la reforma hacendaria, según detalló Guillermo Gastelúm, presidente de la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México AC.
Anteriormente, el presidente del cluster minero en Chihuahua, Jaime Cruz Russek, detalló que con las cargas fiscales se limita la exploración y la explotación para la producción de plata, oro y platino, aclarando que toda empresa debe de pagar un impuesto del 7.5 por ciento sobre la venta y las utilidades generadas.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) e investigadores del Centro de Análisis e Investigación Fundar alertaron sobre las “migajas” que dejan al país al explotar los yacimientos del territorio nacional. El medio Sin Embargo publicó que el valor total de la producción de los minerales que se explotan en México no son equivalentes a lo que se extrae de la tierra en términos monetarios.
Es decir, ni el gobierno federal ni los ejidatarios reciben ganancias acordes con lo que se produce, debido a que gran parte se lo llevan los concesionarios mineros, los cuales no están obligados a esclarecer el volumen de las producciones por políticas de las instancias gubernamentales.
Los datos presentados por la ASF señalan que entre el 2008 y el 2013 -a nivel nacional- el gobierno federal perdió 3 mil 277 millones de pesos de los recursos explotados por empresas mineras instaladas en el país; en estos cinco años, las mineras dejaron a México solamente el 0.6 por ciento de los más de 1.2 billones de pesos recaudados.
Sin Embargo detalla además que en el primer trimestre de 2015, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reportó un monto de 978 millones de pesos por el pago de derechos mineros de un total de 95 mil millones de pesos generados del total de la producción en este periodo.