La gente salió a protestar en Italia el viernes luego de que entró en vigor una de las medidas más estrictas contra la COVID-19 en Europa, la cual requiere que todos los trabajadores, desde los magistrados hasta las empleadas del hogar, presenten un pase de salud para poder ingresar a sus sitios de trabajo.
Había un fuerte despliegue policial, algunas escuelas decidieron concluir las clases antes y las embajadas emitieron advertencias de posibles hechos violentos en medio de preocupaciones de que las manifestaciones contra las vacunas se tornaran violentas, como ocurrió en Roma el fin de semana pasado.
Pero al concluir el día, las protestas parecían haber sido pacíficas en gran medida, incluyendo una en el Circo Máximo del centro de Roma, donde algunos manifestantes les dieron flores a los policías en una señal de que no querían hacerles daño.
“No estamos aquí para hacer violencia ni nada por el estilo, estamos aquí porque nos están quitando nuestros derechos y ya ni siquiera podemos ir a trabajar”, se quejó la manifestante Elena Campisi.
El “Pase Verde” demuestra que el portador ya se vacunó, dio negativo en una prueba diagnóstica reciente o se recuperó de COVID-19 en los últimos seis meses. Italia ya los requería para tener acceso a todo tipo de ambientes bajo techo, como restaurantes, museos, teatros y en viajes ferroviarios largos.
Pero el haberle añadido el ámbito laboral ha desatado acalorados debates y oposición en un país que fue epicentro del coronavirus al inicio de la pandemia, pero que ha logrado mantener a raya a la enfermedad con órdenes continuas de utilizar mascarillas y una de las tasas de vacunación más altas de Europa.
“Hoy están pisoteando nuestra Constitución”, dijo Loris Mazzarato, un manifestante antivacunas. “Yo digo ‘no’ a esta discriminación”.
Era uno de cientos de manifestantes en Trieste, donde las protestas de trabajadores portuarios amenazaban con impactar las actividades comerciales. Los manifestantes gritaban “¡Libertad!” durante una protesta en gran medida pacífica en Florencia.
Fuente: Sin Embargo
Source: Mundo