En el 2003 el doctor juarense Alejandro Hernández Cárdenas creó una fórmula para rehidratar cadáveres momificados y con ello poder determinar su identidad y causa de muerte, trece años después un organismo internacional le entregó la patente por su aporte a la ciencia forense.
La técnica para revivir cadáveres tomó fama mundial en la época de la violencia en Ciudad Juárez y con ella se logró identificar a decenas de cuerpos en casos de homicidios.
La técnica consiste en sumergir en una bañera con químicos a los cuerpos, lo que logra revelar lesiones y volver a los órganos internos casi al mismo estado que al momento de la muerte.
Este invento es único en el mundo y ha sido reconocido por organismos científicos internacionales; la patente en técnica forense se denomina “rehidratación de tejidos blandos y cadáveres momificados y revisión del proceso de putrefacción, con fines forenses de identificación y determinación de causa de muerte.