Después de que el gobierno de Estados Unidos subió a niños a aviones durante la noche para ser expulsados de regreso a su natal Guatemala, una jueza federal bloqueó temporalmente los vuelos —con los jóvenes aún dentro— ya que sus abogados dijeron que las autoridades estaban violando las leyes estadunidenses y enviando a niños vulnerables a un posible peligro.
El extraordinario drama se desarrolló durante las horas previas al amanecer en un fin de semana festivo en Estados Unidos y se trasladó de las pistas de Texas a una sala de audiencias en Washington. Fue el último enfrentamiento sobre la represión de la administración de Donald Trump en materia de inmigración, y el último choque entre la represión migratoria del gobierno y las salvaguardas legales que el Congreso creó para los migrantes vulnerables.
Por ahora, cientos de niños guatemaltecos que llegaron no acompañados permanecerán mientras la batalla legal se desarrolla.
“No quiero que haya ninguna ambigüedad”, declaró la jueza Sparkle L. Sooknanan, quien afirmó que su fallo se aplica ampliamente a los menores guatemaltecos que llegaron a Estados Unidos sin sus padres o tutores.
Minutos después de que concluyó una audiencia programada apresuradamente este domingo por la tarde, cinco autobuses chárter se acercaron a un avión estacionado en el aeropuerto de la zona fronteriza en Harlingen, Texas. Horas antes, las autoridades habían llevado a docenas de pasajeros —quizás 50— hacia el avión en una parte del aeropuerto restringida a aviones gubernamentales, incluidos vuelos de deportación. Los pasajeros vestían ropa de colores que se usa en refugios administrados por el gobierno para niños migrantes.
El gobierno de Estados Unidos insiste en que está reuniendo a los niños guatemaltecos con padres o tutores que solicitaron su regreso. Los abogados de al menos algunos de los menores aseguran que eso es falso y argumentan que, en cualquier caso, las autoridades aún tendrían que seguir un proceso legal que no siguieron.
Abusos
Una niña indicó que sus padres, en Guatemala, recibieron una llamada extraña hace unas semanas diciendo que Estados Unidos la estaba deportando, según uno de los abogados, Efrén C. Olivares del National Immigration Law Center. Otros niños —identificados solo por sus iniciales— dijeron en documentos judiciales que habían sido descuidados, abandonados, amenazados físicamente o abusados en su país de origen.
Mientras que la audiencia de este domingo se llevó a cabo en un caso presentado en un tribunal federal en Washington, solicitudes de emergencia similares se presentaron en otras partes del país también.
En una demanda en Arizona, el Florence Immigrant & Refugee Rights Project indicó que uno de sus clientes es un solicitante de asilo de 12 años que tiene una enfermedad renal crónica, necesita diálisis para sobrevivir y necesitará un trasplante de riñón. Otros dos demandantes, un niño de 10 años y su hermana de 3 años, no tienen familia en Guatemala y no quieren regresar, según el grupo.
Mientras los acontecimientos se desarrollaban en Estados Unidos, familias se reunieron en una base aérea en la ciudad de Guatemala, en anticipación de los vuelos. Gilberto López relató que condujo durante la noche desde su remoto pueblo después de que su sobrino de 17 años llamara a medianoche, y le informó que estaba siendo deportado desde Texas.
El niño dejó Guatemala hace dos años, a los 15 años, para trabajar en Estados Unidos y fue detenido hace aproximadamente un mes, dijo López .
Los niños migrantes que llegan a Estados Unidos sin sus padres o tutores son entregados rutinariamente a la Oficina de Reasentamiento de Refugiados del Departamento de Salud y Servicios Humanos. A menudo viven en refugios supervisados por el gobierno o con familias de acogida hasta que pueden ser liberados a un patrocinador, generalmente un miembro de la familia, que vive en el país.
Muchos de los que vienen de Guatemala solicitan asilo o buscan otras vías legales para obtener permiso para quedarse en Estados Unidos.
Un abogado del National Center for Youth Law sostuvo que la organización comenzó a escuchar hace unas semanas de proveedores de servicios legales que agentes de Investigaciones de Seguridad Nacional estaban entrevistando a niños, particularmente de Guatemala, en instalaciones de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados.
Los agentes preguntaron a los niños sobre sus familiares en Guatemala, informó la abogada, Becky Wolozin.
Luego, el viernes, los defensores comenzaron a recibir noticias de que las audiencias de inmigración de sus jóvenes clientes estaban siendo canceladas, afirmó Wolozin.
Shaina Aber, del Acacia Center for Justice, un grupo de defensa legal de inmigrantes, indicó que fue notificada el sábado por la noche de que se había elaborado una lista oficial con los nombres de los niños guatemaltecos que el gobierno federal intentaría enviar de regreso a su país de origen. Los defensores se enteraron de que los vuelos saldrían de las ciudades texanas de Harlingen y El Paso, indicó Aber.
No está claro si algún avión realmente despegó. El abogado del gobierno Drew Ensign indicó al juez en Washington que un avión podría haber despegado pero luego regresó.
El Departamento de Seguridad Nacional, Inmigración y Control de Aduanas y el Departamento de Salud y Servicios Humanos no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Sin respuesta de abogados federales
La jueza señaló que después de ser despertada a las 2:30 a.m. para abordar la presentación de emergencia de los abogados de los niños, pasó horas tratando de comunicarse con los abogados federales y obtener respuestas.
“Tengo al gobierno intentando remover a menores no acompañados del país en las primeras horas de la mañana de un fin de semana festivo, lo cual es sorprendente”, sostuvo Sooknanan en la audiencia, y luego agregó: “Sin la acción de los tribunales, todos esos niños habrían sido devueltos a Guatemala, potencialmente a situaciones muy peligrosas”.
La situación se asemeja a un enfrentamiento de fin de semana de marzo sobre la deportación de cientos de venezolanos a una prisión de máxima seguridad en El Salvador. Los defensores imploraron a un juez federal que detuviera las deportaciones que creían inminentes, mientras que la administración Trump guardaba silencio sobre sus planes.
Ese juez apareció en ropa de civil para una audiencia el sábado por la noche e intentó bloquear los vuelos, pero siguieron adelante, con el gobierno diciendo que la orden llegó demasiado tarde.
La administración Trump planea expulsar a casi 700 niños guatemaltecos que llegaron a Estados Unidos no acompañados, según una carta enviada el viernes por el senador Ron Wyden, de Oregon. El gobierno guatemalteco ha dicho que está listo para recibirlos.
Es otro paso en la intensa represión migratoria de la administración Trump , que incluye planes para enviar un aumento de oficiales a Chicago, más deportaciones y terminar con las protecciones para personas que han tenido permiso para vivir y trabajar en Estados Unidos.
Con información de La Jornada
Source: Mundo