El dolor y las secuelas que deja una violación no terminan en el momento de la agresión. Para muchas víctimas, las consecuencias se extienden con un embarazo forzado o con el contagio de una infección de transmisión sexual (ITS). Hoy, estos escenarios no se reconocen como agravantes en el Código Penal de Chihuahua, lo que significa que la ley no refleja toda la gravedad de lo que enfrentan las víctimas.
Para responder a ello, la diputada Leticia Ortega Máynez presentó una iniciativa que busca aumentar las penas cuando una violación derive en embarazo o en el contagio de una ITS, sumando estas circunstancias al listado de agravantes ya contemplados.
“La violencia sexual constituye una de las expresiones más crudas de la desigualdad y de la violencia estructural de nuestra sociedad. No solo vulnera la libertad sexual de las personas, sino que deja profundas secuelas, físicas, psicológicas y sociales que acompañan a la víctima durante toda su vida”, explicó Ortega.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, cada día más de un millón de personas contraen una infección de transmisión sexual, y México se mantiene entre los países con más altos índices de embarazo adolescente en la OCDE, muchos de ellos vinculados a violencia sexual.
La legisladora señaló que estos daños multiplican la revictimización: “El embarazo forzado como resultado de una violación es una realidad documentada por organismos nacionales y estatales. Estos casos generan un impacto devastador en la vida de las víctimas, sobre todo cuando se trata de niñas y adolescentes”.
Con esta propuesta, Chihuahua se sumaría a países como Argentina, Perú y Colombia, que ya consideran estas consecuencias como agravantes en sus códigos penales.
Source: Local