El presidente Trump cree que el presidente Barack Obama cometió traición, un delito que podría castigarse con la muerte. Buscando una distracción de sus actuales problemas políticos, Trump intenta revivir la controversia de casi una década sobre la participación rusa en las elecciones de 2016.
El señor Trump está equivocado en cuanto a los hechos y la ley, y su sensacionalista acusación sólo sirve para demostrar hasta qué punto ha degradado el discurso político contemporáneo.
El Sr. Trump denunció al Sr. Obama después de que Tulsi Gabbard, directora de inteligencia nacional, pidiera al Departamento de Justicia que investigara si los funcionarios de inteligencia de la administración Obama falsificaron pruebas de los esfuerzos rusos para influir en las elecciones de 2016. Cuando se planteó la pregunta de quién debería ser el objetivo de la investigación en una conferencia de prensa en la Oficina Oval, el Sr. Trump dijo: «Sería el presidente Obama. Él lo empezó. … Esto fue traición. Esta fue cada palabra que se pueda imaginar. Intentaron robar las elecciones. Intentaron ofuscar las elecciones. Hicieron cosas que nadie jamás imaginó, incluso en otros países». El Sr. Trump también mencionó al expresidente Joe Biden, al exdirector del FBI James Comey, al exdirector de inteligencia nacional James Clapper y al exdirector de la CIA John Brennan como otros posibles acusados.
Información de The New York Times
Source: Mundo