Uno de los grandes misterios que encierra el Sol está en su capa más externa, la llamada “corona solar”. Desde que la ciencia empezó a estudiar el Sol, y más concretamente desde que los investigadores de la NASA descubrieron la altísima temperatura de la corona solar, no se ha podido resolver el enigma de que ésta sea, contra toda lógica, muy superior a la de su superficie.
La corona se extiende a más de un millón de km desde la superficie solar (el Sol tiene 1.400.000 km de diámetro) y tiene una temperatura de 2 millones de grados centígrados, mientras que la superficie visible sólo alcanza los 5.500ºC.
En relación con la distancia del núcleo del sol, que irradia el calor desde sus 15 millones de grados, la corona solar debería estar mucho más fría que la superficie solar, ya que las diferentes capas se van enfriando a medida que la distancia del centro aumenta. Nunca ha habido una respuesta convincente a este misterio, aunque siempre se había hablado de poderosos campos magnéticos. Y aquí parece residir la respuesta al misterio: los investigadores de la NASA, basándose en observaciones obtenidas gracias a la nave espacial IRIS, creen que la corona es calentada en parte por “bombas de calor” que se disparan, causadas por explosiones de energía procedentes de campos magnéticos que se entrecruzan y realinean en la corona.
En este video elaborado por Ciencia Plus (suplemento científico de la agencia Europa Press) puede entenderse el fundamento de esta nueva teoría científica, así como la manera en que se han obtenido los datos necesarios:
La nave espacial de la Nasa, IRIS, observa lo que se conoce como la región de la interfaz, los niveles más bajos de la atmósfera del Sol. El observatorio solar fue lanzado en 2013 para una misión inicial de dos años, que se ha prorrogado hasta septiembre de 2018, tal como explica la agencia espacial norteamericana en su comunicado al respecto.
Fuente: RT