Jessica Johanna Oseguera González fue acusada de participar financieramente en empresas ligadas al Cártel Jalisco Nueva Generación: un restaurante, una marca de tequila, unas cabañas, una empresa agrónoma y una empresa de publicidad.
Los fiscales del caso aseguraban que Jessica se había reunido en al menos dos ocasiones con su padre, El Mencho, líder del CJNG, en las cabañas propiedad de su hija. Y que además, con todas las empresas, habían conformado un esquema de lavado de dinero para la organización criminal.
Para demostrar lo contrario y lograr reducir su sentencia tras declararse culpable, los abogados de Jessica Johanna contrataron a la empresa de servicios consultivos B. Riley, como contadores forenses.
La empresa, especializada en casos de acusaciones por lavado de dinero, llevó a cabo una especie de auditoría de los registros financieros de seis cuentas bancarias vinculadas con Oseguera González y con las empresas en cuestión.
Según los fiscales del caso, un testigo observó en 2011 a El Mencho encargar ciertos libros contables a su hija para que pudiera supervisar ciertas preocupaciones sobre robos al cártel. Y ese mismo testigo aseguró en otra reunión, en 2013, que El Mencho le encargó específicamente coordinar por completo el negocio de esas cabañas.
Según la auditoría a las cuentas de La Negra, éstas coincidían con las de una empresa pequeña, porque los ingresos provenían en su mayoría a través de pagos con tarjetas bancarias y en muy pocas ocasiones con dinero en efectivo. Incluso, alegaron que Jessica pagó sus impuestos ante el SAT.
La revisión se centró en una de las empresas clave con las que la justicia estadunidense aseguraba que Jessica Johanna había lavado dinero para el cártel de su padre: Mizu Sushi. Encontraron que sus ingresos eran acordes con los de un restaurante, y que toda la información en conjunto, era inconsistente con un esquema de lavado de dinero.
Otro descubrimiento fue que no se encontraron pagos de parte de tres empresas hacia Jessica: de Tequila Onze Black, de las Cabañas Las Flores y de la empresa JJGON. Solamente de Mizu Sushi, que después se cambió el nombre a Kenzo Sushi, y de J&P Advertising.
En total, en seis cuentas ligadas a estas empresas, generó unos 30 millones de pesos en cinco años. Aunque también descubrió que dos cuentas, vinculadas con Mizu Sushi, estaban a nombre de Rosalinda González, la madre de Jessica Johanna y ex esposa de Nemesio Oseguera Cervantes El Mencho, quien estuvo presa cerca de medio año en México.
El imperio comercial que puso a la hija de ‘El Mencho’ bajo la mira de EU Orden de aprehensión contra ex esposa de El Mencho En nuestro país, las autoridades mexicanas obtuvieron una orden de aprehensión contra Rosalinda por lavado de dinero y delincuencia organizada, pero fue liberada finalmente tras pagar un millón y medio de pesos de fianza, luego de ser vinculada a proceso solamente por lavado de dinero. No se encontraron elementos para vincularla por delincuencia organizada. En las dos cuentas a nombre de Rosalinda se recibieron entre 2012 y 2015 casi un millón y medio de pesos.
Aunque los ingresos más grandes fueron en dos cuentas de Jessica Johanna, y en donde se contradice la propia auditoría, pues sí tuvo incrementos notables en sus ingresos. La cuenta número 5668 tuvo ingresos por 5 mil pesos en 2013.
Luego en 2014 tuvo ingresos por casi 4 millones y medio de pesos y en 2015 tuvo ingresos por 4 millones 600 mil pesos.
La otra cuenta vinculada a ella de Operadora Los Famosos, tuvo ingresos por 95 mil pesos en 2015, casi 6 millones de pesos en 2016 y 5 millones 300 mil pesos en 2017. En total, en las seis cuentas vinculadas a madre e hija, ingresaron un promedio de 5 millones 850 mil pesos anuales.
Es decir, casi 30 millones de pesos en cinco años. Aunque el argumento de los auditores respecto a que no se trataba de dinero, es que la mayoría de las ganancias se iban en gastos de operación, a veces, incluso, superando las ganancias.
La empresa contable aseguró que Jessica Johanna no tuvo ganancias por un millón y medio de dólares durante los tres años que operó Mizu Sushi, como lo aseguraba la fiscalía estadunidense, pues no se tomaban en cuenta los gastos que ella realizaba mantenimiento y operación.
Así, el 11 de junio, La Negra fue sentenciada a dos años y medio de prisión, cuando la fiscalía de EU buscaba una sentencia de más de cuatro años. Sentencia de la que le restan 14 meses debido al tiempo cumplido en prisión. Se prevé que el verano del próximo año recupere su libertad.
Fuente: Milenio
Source: Mundo