Luego de que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) suspendiera los derechos políticos de, Javier Duarte de Ochoa, el gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, descartó encontrarse en una situación similar, a pesar de que también abrió un proceso en su contra para analizar su posible expulsión de esta institución.
“Si escucharon ayer al diputado Jorge Ramírez Marín, quien es parte de esa Comisión, dejaba muy en claro que las condiciones que guardamos son absolutamente distintas y que no hay ningún señalamiento en mi contra”, acotó el mandatario.
En reiteradas ocasiones, el jefe del ejecutivo en Chihuahua ha dicho que se le han querido adjudicar señalamientos por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que no corresponden a su administración, sino a la de José Reyes Baeza.
Apenas el lunes la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI, presidida por Fernando Elías Calles, dictaminó suspender los derechos políticos del todavía gobernador de Veracruz, Javier Duarte, y de seis de sus colaboradores como medida cautelar por tiempo indefinido, para que las autoridades federales puedan desahogar las denuncias de corrupción que pesan sobre estos personajes.
Como consecuecia, Duarte de Ochoa no podrá postularse a un cargo de elección popular, participar en organismos del PRI ni en procesos electorales internos.
Esta medida responde a las denuncias presentadas por los consejeros Armando Barajas y César Mora en contra de los gobernadores de Veracruz, de Quintana Roo, así como de Chihuahua por supuestas violaciones a los estatutos del partido por estar involucrado en casos de corrupción.