El fiscal general del estado, Jorge Enrique González Nicolás, informó que el próximo gobierno deberá continuar con el trabajo de la depuración de policías municipales ante los problemas que persisten por estar mal capacitados y mal pagados, haciéndolos presa de grupos delincuenciales.
Explicó que estas condiciones se generan sobre todo en los municipios más pobres de la entidad chihuahuense, los cuales según el Coneval son Guadalupe y Calvo, Guazaparez, Chínipas, Batopilas, Ocampo, Carichi, Morelos, Urique, Balleza, Bocoyna, Maguarichi y Uruachi.
Los municipios antes mencionados corresponden a la zona serrana en la entidad, lugar en donde según activistas y medios nacionales ha crecido la inseguridad, el desplazamiento de familias y la esclavitud de habitantes indígenas para el trabajo forzado en campos de cultivo.
La Jornada detalló en una publicación que varios lugares de la Sierra Tarahumara están siendo acechados por los grupos delincuenciales, despojando de tierras a los habitantes y obligándolos a desplazarse, ya que el cultivo de la amapola ha desplazado al de marihuana y requieren de más cantidades de terrenos.
Pese a que las condiciones en la Sierra son inseguras, las policías municipales no cuentan con la capacitación y profesionalización necesaria para atender problemas de inseguridad, sin embargo en dichas zonas son apoyados en caso de eventos por elementos estatales y del Ejército Nacional.
“No soy quien para recomendar al próximo gobierno, pero desde mi experiencia creo que debe continuar con el saneamiento de las policías municipales, ya que los municipios con más pobreza cuentan con elementos mal capacitados y mal pagados”, refirió el fiscal general.
Explicó que la próxima administración debe de entrar a trabajar desde el punto de partida que deje la actual gestión, ya que no pueden darse el tiempo de jugar con el prueba y error porque los grupos delincuenciales están al acecho siempre ante la condición geográfica de Chihuahua.