El cartero llama al timbre. Le abre la puerta una bella joven que le invita a pasar. Sus miradas se cruzan y de repente se están quitando la ropa. Una vez desnudos y antes de que comience la acción, ambos se ponen gafas protectoras.
Este argumento, con múltiples variaciones, podría ser el que, según los medios estadounidenses, se verá en las películas pornográficas rodadas en California si entra en vigor una nueva normativa sobre seguridad en la industria del cine para adultos que está siendo estudiada en esta región del oeste de Estados Unidos.
La regulación -elaborada por la división californiana de la Administración de Salud y Seguridad en el Trabajo estadounidense (OSHA, por sus siglas en ingles) y cuyo borrador se presentó recientemente- tiene como objetivo proteger a los actores y actrices porno del contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS) como el VIH, la gonorrea o la clamidia.
Para ello, además de contemplar el uso obligatorio del preservativo y la implementación de unos estándares de higiene muy estrictos, la normativa prevé la utilización de barreras protectoras para los ojos cuando exista el riesgo de que estos sean expuestos a fluidos corporales potencialmente infecciosos, como el semen o la sangre.
De esta manera, los intérpretes deberán utilizar gafas u otros sistemas de protección ocular para llevar a cabo ciertos actos sexuales habituales en las películas pornográficas o sino deberán simularlos, a no ser que quieran ser multados por las autoridades.
Información tomada de BBC