“Prepararse para quitar la vida no es fácil”

Noticias de Chihuahua.-

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El gobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, ordenó a mediados de marzo ejecutar a ocho personas condenadas a muerte en un lapso de diez días, a pesar de que la última ejecución en ese estado se realizó hace doce años.

¿El motivo?, la fecha de vencimiento de las reservas estatales del fármaco midazolam, uno de los tres componentes de la inyección letal.

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A esto se sumó la dificultad de las autoridades de reabastecerse, ya que la Asociación Americana de Farmacéuticos anunció en un comunicado en 2015 que no seguiría suministrando el producto por ir en contra de sus objetivos sanitarios. En esta decisión, influyó el hecho de que el midazolam ha estado involucrado en varias ejecuciones fallidas en los últimos años.

En este marco, el exagente de prisiones Jerry Givens, que aplicó la inyección letal a decenas de condenados en Virginia, dialogó con RT y confesó los problemas que acarrea realizar el trabajo de verdugo.

“Para las personas que van a llevar a cabo tantas ejecuciones en ese corto período de tiempo -y más si no han realizado una sola ejecución en 12 años- es demasiado”, dijo. “No lo haría ni yo mismo, que he realizado 62 ejecuciones”, agregó.

El estrés de los verdugos

Consultado sobre la preparación emocional para realizar las ejecuciones, Givens fue claro: “Prepararse para quitar la vida a una persona no es una tarea fácil. Es algo muy complicado. La única forma de saber lo difícil que es es tener que hacerlo tú mismo”.

“Los agentes tienen que enfrentarse a las consecuencias de las ejecuciones, a lo que viene después”, prosiguió Givens. Una vez que “el interno se ha ido”, ellos tienen que “vivir sus vidas”.

El verdugo subrayó que llevar a cabo una ejecución es algo que nunca se olvida: “Es algo que siempre va a estar contigo (…) Cuando le quitas la vida a otra persona, siempre vas a tener problemas con eso”.

RT Noticias 


Source: Mundo