Más de 300 familias, ubicadas en la franja entre Punta Oriente y Riberas de Sacramento, se encuentran vulnerables ante la falta de viviendas. En contraposición a esto, el Estado anunció en la visita de secretarios federales la existencia de 10 mil casas abandonadas.
Debido a estas circunstancias, una comitiva representante de las familias vulnerables marcharon desde Palacio de Gobierno hasta las instalaciones de la Comisión Estatal de Vivienda, Suelo e Infraestructura (Coesvi) donde exigirían a las autoridades aligerar los procesos para que familias adquieran las viviendas desocupadas.
Juan Chávez, representante de la movilización, manifestó que algunas viviendas que se espera sean liberadas por las autoridades, ya están ocupadas por las familias, agregando que se han iniciado juicios para obtener legalmente estas casas y que no puedan ser desocupadas las personas que las habitan.
Especificaron que además de darle un beneficio a las familias con menos recursos, se estarán enfrentando problemas sociales ocasionados por las viviendas desocupadas, tal es el caso del vandalismo u otro efecto negativo que pudiera tener en la sociedad, sobre todo en los infantes.