Se organizan para sacar a la fuerza a migrantes

Noticias de Chihuahua.-

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Un fantasma recorre Estados Unidos: es el del Tío Sam que durante la Primera Guerra Mundial reclutó a miles de estadounidenses al ejército bajo el lema “I want you”. Ahora, en 2017, son las políticas de deportación del Presidente Donald Trump las que necesitan de gente afín para poder comenzar a cumplirse.

Las convocatorias ya han sido lanzadas por grupos que abogan por la supremacía blanca y los nativistas, que son aquellos que están en contra de la inmigración, legal o ilegal y del libre flujo de personas migrantes en su país.

Para formar parte del grupo de personas que ayudarán al nuevo Presidente a cumplir sus promesas, sólo habrá que responder si consideran que los mexicanos son lo más bajo de la sociedad. Si la respuesta es sí, estás dentro.

En los últimos días, estos grupos han aplaudido las políticas de Trump, pero consideran que se han quedado cortas o que el Presidente ha retomado las ideas que han promovido por años. Esperan que se avance y los 11 millones de inmigrantes que viven sin autorización en Estados Unidos sean deportados.

Esto a pesar de que algunos sondeos han mostrado que el grueso de la población estadounidense no está a favor de las deportaciones masivas.

De acuerdo con información difundida en el blog Media Matters, el Departamento de Seguridad Nacional puso en marcha desde el pasado 21 de febrero, un par de memorandos que establecen las directrices internas para llevar a cabo las órdenes ejecutivas de Trump.

El Departamento difundió las vías para implementar las políticas del actual Gobierno. Los documentos están firmados por el secretario John Kelly y sentencian que los niveles de deportación que durante el último año habían disminuido, se revertirán. Al mismo tiempo, incrementarán la lista de migrantes indocumentados que tendrán prioridad en la deportación.

Estas políticas son poco pululares con la mayoría de la población americana, pero se conjugan con otra parte de la sociedad, los nativistas y los blancos supremacistas, que en el actual contexto se siente en un ambiente de celebración.

El diario The Washington Post, señaló que estas directrices requieren forzosamente de la contratación de agentes, sobre todo para ampliar la lista de las personas que tendrán prioridad en la deportación. También necesitarán más personal para acelerar las audiencias de deportación y para aplicar la ley sobre las detenciones.

Esa lista de migrantes que tendrán prioridad en la deportación, incluirá a quienes hayan sido acusados por delitos y que no han sido condenados, a los que cometen delitos considerados imputables y los que son nombrados por los agentes de migración como un riesgo para la seguridad pública o la seguridad nacional.

Quien trabaje en eso, agregan las notas, tendrán que compartir el lenguaje de las políticas impulsadas desde la Casa Blanca.

En el diario The Atlantic, el doctor Robert P. Jones citó un sondeo realizado por el Instituto de Investigación de Religión Pública, que muestra un apoyo abrumador de la población estadounidense con los inmigrantes; la mayoría está a favor de que se les dé un estatus legal y no se les deporte.

“Muy pocos estadounidenses, e incluso algunos republicanos, dicen apoyar la expulsión de cerca de 11 millones de personas”, escribió el doctor sobre la encuesta se realizó a 120 mil personas.

Con base en eso, el 64 por ciento de los estadounidenses optan por que a los migrantes se les permita convertirse en residentes legales, pero no en ciudadanos y sólo el 16 por ciento de los estadounidenses y el 28 por ciento de los republicanos, apoyan que se identifiquen y deporten a los que actualmente tienen un estatus de ilegal.

El artículo de Media Matters cita a Dan Stein, Presidente de la Federación para la Reforma Migratoria Estadounidense, que aboga por los niveles más majos de migración legal e ilegal. El sostiene que las actuales políticas son muchas de las recomendaciones que su grupo ha realizado por años.

Pero aún así, para el grupo es “Navidad en febrero”, según Stein y celebró que Kelly comience a recuperar el control de un proceso que se salió de sus manos.

Andrew Anglin, fundador de The Daily Stormer, una publicación de la “supremacía blanca”, invitó a sus lectores a solicitar trabajo en el Gobierno para hacer cumplir las políticas migratorias, sólo “si creen que los mexicanos son lo más bajo de la sociedad”. Escribió que todos los migrantes eran criminales y al mismo tiempo aplaudió las políticas de Trump y agregó: “así se deporta a decenas de millones de personas”.

La publicación lanzó la pregunta: “¿Cree usted que los mexicanos son el tipo más bajo de la sociedad? […] si la respuesta es ‘claro que sí’ entonces el gobierno tiene un trabajo para ti”.

Anglin informó que el paso siguiente, luego de las deportaciones, será en contra de las empresas que contratan a los indocumentados, las “limpiarán” de ilegales.

Para los integrantes de la organización nativista Numbers USA y su director Chris Chmielenski, la administración de Trump no ha ido lo suficientemente lejos, ya que no han tocado los programas de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia y la Acción Diferida para Padres de Ciudadanos y Residentes (DACA y DAPA, por sus siglas en inglés), que fueron implementados durante la administración de Barack Obama.

EL MIEDO SE INSTALÓ

Aunque la mayoría de la población estadounidense no apoya las políticas de Trump y las protestas en contra son cada vez más fuertes, la población inmigrante cambió sus rutinas ante el miedo a las redadas y detenciones, que son una realidad con las nuevas medidas.

Sean Spicer, el actual vocero de la Casa Blanca lo dijo: todos los que están aquí ilegalmente están sujetos a la remoción en cualquier momento.

El pasado 21 de febrero, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (Homeland Security, por sus siglas en inglés) ordenó deportar y retener en México a migrantes detenidos por la Patrulla Fronteriza aunque no sean mexicanos.

Los memorandos del Secretario John Kelly revelaron que ordenó a sus agencias fronterizas en Aduanas y Protección Migratoria (CBP) y Aduanas y Control Migratorio (ICE), devolver a los migrantes no mexicanos al país en lugar de retenerlos en Estados Unidos.

No está claro si Estados Unidos tiene autoridad para obligar a México a aceptar a extranjeros. Pero el memorándum del Departamento de Seguridad, pide un informe sobre la ayuda que Washington brinda a su vecino, lo que ha sido tomado como una posible señal de que Trump tiene la intención de usar esos fondos para que México acepte a los ciudadanos de otras nacionalidades.

El día de hoy se llevó a cabo la reunión entre el Secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso, y los secretarios de Estado y de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Rex Tillerson y John Kelly.

“Existe preocupación e irritación ante lo que se percibe como políticas que pueden ser perjudiciales para los mexicanos”, afirmó Videgaray.

El Secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly, dijo que no habría deportaciones masivas y tampoco un uso de militares en tareas de migración.

“Expresamos que esta visita ocurre en un momento complejo para ambas naciones. Es un hecho que en México existe irritación por las políticas anunciadas por el Gobierno de Estados Unidos”, agregó Videgaray.

Pero casi al mismo momento, Donald Trump defendió la decisión de su gobierno de acelerar las deportaciones de inmigrantes indocumentados y calificó este esfuerzo como una “operación militar” para expulsar a los “tipos malos”.

“Ahora mismo, Tillerson está en la capital mexicana y yo dije que ese iba a ser un viaje difícil porque tenemos que ser tratados con justicia por México. Va a ser un viaje difícil”, comentó Trump a los periodistas al inicio de una reunión en la Casa Blanca con ejecutivos de más de una veintena de grandes compañías manufactureras.

En Estados Unidos, los inmigrantes ya están firmando poderes para que sus familiares puedan recoger a sus hijos en las escuelas y para tener control de las cuentas bancarias.

Las guías de “Conoce tus derechos” en español e inglés se ven más seguido, según lo reportado el día de hoy por la agencia de noticias AP.

Hay miedo de abrir la puerta y cuando alguien de la familia tarda en llegar, deben hacer llamadas para saber si ya fue arrestado. La vida sigue, pero con el miedo latente de ser detenido en cualquier momento, para luego ser deportado.

Las señales ya son claras, el ejército de voluntarios ya cierra filas.

Vanguardia


Source: Mundo