Después de 22 años de lucha, el Tribunal Superior Agrario ratificó la sentencia del tribunal unitario agrario del distrito 5 donde se ordena a los ganaderos que invadieron tierras indígenas a entregarlas a a población rarámuri del ejido de Bakéachi.
Estela Mondragón, defensora y abogada del pueblo indígena, manifestó que la sentencia condena a restituir y entregar la superficie invadida con todas sus accesiones y mejoras, además de condenar a los demandados a retirar el ganado que se encuentra pastando dentro de la superficie invadida.
“Con esto se reconoce a los legítimos y verdaderos dueños del territorio a la comunidad indígena de Bakéachi, luego de amenazas, el asesinato del defensor Ernesto Rabago Martínez, quien entregó su vida por esta causa y agresiones a la comunidad”, manifestó la defensora.
Activistas del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (Cedehm) exigieron al estado diseñar una propuesta para ejecutar la sentencia en mejores condiciones y con menores riesgos para la abogada y los miembros de la comunidad.
Esta es la cuarta ocasión en la que se ratifica a favor de la comunidad, por lo que se estará exigiendo que se dé cumplimiento al mandato legal federal para regresar las 44 mil 784 hectáreas se fueron invadidas.