Luego de que los hijos del “Chapo” Guzmán sufrieran una emboscada que los habría dejado heridos, el “infierno” se desató en el estado de Sinaloa, que vive uno de sus momentos más violentos después de la extradición del narcotraficante, informó el diario Vanguardia.
En 72 horas, al menos 13 personas murieron en cinco balaceras entre grupos delincuenciales.
Los hijos de “El Chapo” afirmaron haber resultado heridos el sábado pasado en un ataque ordenado por Dámaso López, uno de los principales operadores del Cártel de Sinaloa, en una aparente lucha interna en esa agrupación criminal.