Cerca de 5 mil psiquiatras son para menores en México

Tras el tiroteo en el Colegio Americano del Noreste, ocurrido el miércoles por la mañana en la ciudad de Monterrey, existen aún muchas dudas. Una de ellas es referente al perfil del tirador y el papel que psicólogos o psiquiatras hubieran tenido en su atención, informó el diario Publímetro.

“No hay ninguna prueba de que este muchacho recibía apoyo psiquiátrico, pero sí estaba bajo seguimiento psicológico”, explicó Aldo Fasci,vocero del Grupo de Coordinación de Seguridad de Nuevo León, en conferencia de prensa. Entre otros datos, añadió que el menor de edad provenía de una familia de aficionados a la cacería. El arma que utilizó era de su padre y los motivos del atentado todavía no están claros”.

Las dos profesiones son bastante distintas. Un psiquiatra es una persona que ha concluido la licenciatura en Medicina, además se ha especializado en el ámbito de las enfermedades mentales. Puede diagnosticar y tratar toda clase de alteraciones nerviosas, mentales y emocionales; principalmente de base biológica y -lo más importante- está autorizado para prescribir medicamentos.

Por otro lado, un psicólogo es una una persona que ha estudiado una licenciatura referente, experto en teorías psicológicas y de la personalidad; así como en el funcionamiento del cerebro, la relación del ser consigo mismo y con su sociedad. Basa sus diagnósticos en entrevistas, la aplicación de test; trata problemas de ansiedad, depresión, fobias y no está autorizado para prescribir medicamentos; explica Rafael Mejía en el sitio especializado SyM.

¿De qué depende a quién acudir? Del diagnóstico referido a la enfermedad mental.

Si los trastornos que se presentan son meramente de comportamiento, el psicólogo será el encargado de llevar la terapia. En cambio, cuando se identifica que el origen es una anormalidad del sistema nervioso, ocasionada por factores hereditarios, accidentes o cáncer, el tratamiento será dado por un psiquiatra, el cual también está capacitado para atender problemas de conducta que puedan requerir prescripción de fármacos.